El exilio al que se ha visto obligado por las obras de A Lomba, se le da bienal Arosa. Los arlequinados han conseguidos dos triunfos, el de ayer muy importante, para mantenerse en la lucha por alcanzar el play off de ascenso. Lo consiguieron a base de dominar, durante gran parte del encuentro, a un rival que se encuentra entre los mejores de la categoría, el O Barco, al que consiguieron maniatar durante cerca de 90 minutos. Sin embargo, un tanto visitante en el inicio del descuento, acabó provocando que el Arosa acabase pidiendo la hora para evitar un empate que hubiese resultado injusto.

La primera parte estuvo cargada de intensidad y lucha, sobre todo por parte de un Arosa que fue el que buscó con más ahínco el tanto que desequilibrase el encuentro, aunque sin ningún éxito. O Barco manejaba el balón con mucho criterio hasta el frente del ataque, donde se acababa diluyendo. La verticalidad local pronto consiguió hacerse efectiva en ocasiones, como la de un cabezazo de Pedro Beda que dio en un compañero cuando enfilaba hacia portería o en la siguiente jugada, cuando Javi Otero disparaba excesivamente cruzado. El propio Javi Otero volvería a tener en sus pies el tanto que abriese el marcador, pero en su carrera hacia la portería de Oviedo, Javi conseguía arrebatarle el balón antes de que cargase la pierna para disparar. La siguiente fue para Manu Rodríguez, cuyo disparo al saque de una falta se fue rozando el palo. Eran momentos en que el Arosa se sentía muy cómodo ante un Barco que estaba embotellado y sufría para achicar espacios ante el ritmo que imprimían al juego los locales. La segunda mitad arrancó con los dos equipos volviendo a disputarse el centro del campo en una intensa lucha. Pronto ese equilibrio comenzó a romperse en favor de Arosa, aunque la mejor ocasión cayó del lado visitante en una bonita jugada al primer toque que dejó a Íñigo Pisón solo ante Manu Táboas. El meta local acertó a desviar lo suficiente el disparo para evitar el gol. El penalti con el que comenzaría a forjarse la victoria llegaría en el 59, cuando Oviedo derribó a Jorge Sáez dentro del área. La oportunidad no la desaprovechó Pedro Beda.

A partir de ese momento, las ocasiones comenzaron a sucederse ante la meta de Oviedo, que tuvo que emplearse a fondo en un disparo con mucha intención de Jorge Sáez.

La que parecía la sentencia llegaría en el minuto 77. Javi Otero cogió un balón en la línea de fondo, la remontó acercándose al centro del área para lanzar una rosca perfecta ante la que nada pudo hacer Oviedo. Era el 2-0 y el Arosa todavía pudo ampliar, todavía más, ese resultado. Las más claras estuvieron a los pies de Pedro Beda y Julio Rey. El primero estrelló un disparo en el travesaño que todo el mundo cantó como gol en Vilaxoán, mientras el segundo superó con un toque sutil a Oviedo, pero no a un defensa, que también se antepuso a Suso, que quería remachar la jugada.

O Barco todavía conseguiría resucitar cuando se llegaba al tiempo reglamentario. Un disparo de David Álvarez a saque de una falta obligaba a Manu Táboas a desviar el balón. Este le caía a un jugador visitante que la devolvía al centro del área, donde Juanito Bazo anotaba el tanto de la esperanza para los ourensanos.

A los visitantes les entraron las prisas, pero el Arosa supo aguantar.