Tenía el Cortegada la esperanza de acercarse en Alcobendas a la zona media de la tabla, pero la realidad se encargó de dictar lo contrario. El potencial de las madrileñas fue un obstáculo insalvable para el equipo de Rubén Domínguez que no pudo estar por delante en el marcador ni un solo segundo de un partido que terminó finiquitado en 20 puntos de diferencia.

La falta de acierto, unido a la defensa, terminó por convertirse en una condena para las vilagarcianas durante los cuarenta minutos que necesitaba de demasiados tiros para poder anotar. El paupérrimo 14% en triples (2/14) tomó mayor trascendencia si cabe ante el 55% en tiros de campo que firmó su rival que siempre fue capaz de mantener ventajas cómodas.

Ya en el transcurso del segundo cuarto situó la diferencia por encima de los 10 puntos ante un Cortegada parecía incapaz de parar el caudal anotador madrileño. Incluso en el arranque del tercer cuarto el equipo vilagarciano pasó más de tres minutos sin meter ni un solo punto.

Precisamente ese tercer periodo fue el definitivo para perder cualquier posibilidad de triunfo. La desventaja comenzó a rondar los 20 puntos y los últimos diez minutos terminaron por convertirse en un mero intercambio de canastas, pero con la incógnita del ganador claramente despejada.

Esta cuarta derrota en cinco jornadas deja al equipo de Rubén Domínguez en una situación comprometida a la espera de medirse de manera consecutiva a dos equipos de mucho mayor presupuesto como son el Baxi Ferrol y el Canoe.