El Cortegada consiguió ayer un triunfo muy importante. Las vilagarcianas fueron de menos a más en un encuentro en el que las cosas no salieron de inicio, pero el buen hacer de Cris Loureiro, y sobre todo, de Patricia Vicente, acabaron dándole la vuelta al encuentro. Eso sí, el equipo en el primer cuarto mostró gran parte de los defectos que le están lastrando en esta temporada.

El primer cuarto arrancó con los dos equipos mostrando los motivos por los que se encuentran en la zona baja de la tabla. Muchos errores en el pase, sobre todo en las transiciones, y sobre todo, fallos importantes en la selección de tiro. Tras unos momentos de alternativas en el marcador, un 5-0 de parcial, motivado por las concesiones en el rebote defensivo permitió a las locales abrir una pequeña brecha en el marcador (12-6). Las vilagarcianas se aferraban a la inspiración de Cristina Loureiro, pero esta parecía no bastar para reducir la ventaja. Es más, la distancia se incrementó (22-13), con Olabode mandando en la pintura, tanto en ataque como en defensa ante un Cortegada al que todavía le queda mucho por madurar. El Cortegada consiguió reducir esa diferencia en el último minuto.

En el segundo cuarto, el Cortegada siguió mostrando sus carencias a la hora de defender el rebote. Pese a ello, las vilagarcianas se vieron favorecidas por las constantes pérdidas de balón y por las malas selecciones de tiro de las vizcaínas, consiguiendo igualar el partido (29-29). Las pérdidas de balón del rival le acabaron pasando factura y pronto se podrían por delante las de Rubén Domínguez (31-33). Sin grandes alardes, pero mostrando mayor efectividad y mejorando notablemente en defensa, el Cortegada se fue escapando en el marcador y llegar en ventaja al descanso.

Con un 0-5 (35-47) de Cristina Loureiro arrancó el tercer cuarto, un resultado que hacía evidente la mejoría de las vilagarcianas. El Cortegada dominaba en la pintura y en el tiro exterior ante un Barakaldo que sumido en constantes errores que permitían que la ventaja se fuese ampliando poco a poco hasta llegar a los 17 puntos (44-61).

Un triple de Abuyeres dejaba la distancia en diez puntos de diferencia en el inicio del último cuarto (51-61). A las vilagarcianas les entraron los nervios, mientras que las locales se crecían con una presión asfixiante en toda la cancha que daba sus frutos. Rubén Domínguez, con siete puntos de ventaja todavía, pidió un tiempo muerto para corregir la situación. Quedaban todavía seis minutos por delante y fue Patricia Vicente la que aceptó la responsabilidad de sostener el equipo. Bien escoltada por Cristina Loureiro, la base del Cortegada dio un recital, con tres triples y varias acciones de mérito, que encaminaban al Cortegada hacia su primera victoria en liga.