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Atletismo - II Carrera Popular Condes de Albarei-Pazo Baión

Sudor y esfuerzo entre viñedos de O Salnés

Fernando Rial y Silvia García fueron los más rápidos e nun trazado muy exigente

Salida de los 175 corredores que participaron en la segunda edición de la carrera. // I. Abella

Pocas carreras populares pueden presumir de transcurrir por parajes como los que ofrece la Condes de Albarei- Pazo Baión, algo en lo que coincidieron los 175 participantes que recorrieron los 13,5 kilómetros que separan ambas bodegas.

No en vano, la carrera transcurrió entre viñedos y paralela, durante gran parte del tiempo, al río Umia, con un calor que notaron los participantes, sobre todo, dos de ellos, que acabaron siendo atendidos en la meta, aunque sin consecuencias.

El vencedor de esta segunda edición de la prueba fue el atleta del Celta de Vigo Fernando Rial Castro, que completó el recorrido con un tiempo de 48:31. Durante toda la prueba, Rial mantuvo un bonito duelo con Abel Barros, del Atletismo +9Moraña, al que acabó aventajando en la línea de llegada en tan solo 10 segundos. El podio lo completaría Pablo Otero Fariña, del Noval, que cruzaría la línea de llegada en Pazo Baión con un tiempo de 49:59.

Menos igualada resultó la carrera femenina, en la que se impuso la atleta del Ponte a Correr Silvia García Ligero. La vencedora completó los 13,5 kilómetros de distancia con un tiempo de 58:56. La segunda clasificada fue Ángeles Iglesias Santiago, del Atletismo +9Moraña, que cruzó la línea de llegada con un tiempo de 1:04:16. El podio lo completó la joven del Team Corbelo, Miriam García Varela, que cruzó la línea de llegada después de 1:05:40.

La carrera, además de belleza, tenía un trazado exigente, muy rompepiernas que, junto con el calor reinante, exigió mucho a todos los corredores.

El primer tramo, desde Castrelo, donde se sitúa la sede de Condes de Albarei, fue bastante rápido gracias al terreno favorable. A partir de Sisán, en el municipio de Ribadumia, la carrera se adentró en la Variante Espiritual, por lo que los corredores fueron superando peregrinos hasta la zona de Pontearnelas, en Vilanova.

En ese punto, la prueba se adentró en el conocido como Camiño Francés, el tramo más duro del recorrido junto al último kilómetro, en el que se ascendía desde la ribera del río Umia hacia la emblemática bodega de Pazo Baión. Ese último kilómetro exigió un importante esfuerzo a los participantes, agravado por el intenso calor que se registraba ya en la parroquia vilanovesa.

La prueba no defraudó, y pes ea ser su segunda edición, se notó que se está convirtiendo en una carrera popular muy atractiva, algo que demuestra el hecho de que llegasen participantes de lugares tan lejanos como Viveiro o Lugo, pero también de la comarca, como O Grove, Cambados o Vilagarcía.

A la ceremonia de entrega de medallas acudieron representantes de los tres municipios por los que atravesaba la prueba.

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