Hay tardes que están llamadas a convertirse en épicas, en las que todo parece que se vuelve en contra, pero que un equipo con fe en lo que hace puede cambiar por completo. Eso le ocurrió ayer al Arosa, que se encontró con un campo impracticable que impedía su juego, un tanto en contra a los 14 minutos por un fallo del portero local provocado por un charco y con numerosas ocasiones falladas.

Sin embargo, apareció Sylla. El delantero senegalés lideró una remontada que ilusiona, porque puede abrir las puertas de un play off que no se disputa desde hace 26 años.

Sus dos goles, unidos a la derrota de la UD Ourense ante el Bergantiños, colocan al Arosa a cuatro puntos del cuarto puesto y le permiten mantenerse en la lucha.

No pintaba todo tan bonito para los de Rafa Sáez cuando comenzó a rodar el balón por el césped de A Lomba. Convertido en una piscina por el diluvio que se cernía en ese momento sobre el campo, fue el Barco el equipo que más pronto se acomodó a su pésima situación.

Lo hizo a base de balones en largo para su delantero de referencia, Juanito Bazo, que le creaba muchos problemas a la zaga local. Fue así como se gestó el tanto que abriría el marcador. La jugada nace en un pelotazo hacia Juanito Bazo que el delantero no alcanzaba, ya que Manu Táboas llegaba primero. Sin embargo, el balón se le escapó de las manos mientras se deslizaba por un charco, con tan mala suerte que se quedaba a los pies de Bazo, que anotaba a puerta vacía.

El golpe fue difícil de digerir para los arlequinados, que pasaron a dominar claramente el encuentro. Eso le permitió crear hasta tres ocasiones claras de gol.

La primera de ellas fue un mano a mano de Luis García que salvó Kiko con el pie antes de que Sylla enviase el rechace fuera; la segunda consistió en un disparo de Suso Martínez al lateral de la red; y la tercera en un disparo de Suso Martínez, tras recoger un balón que se le escapó a Kiko, que se estrelló en un defensa.

Consciente de que se le escapaba el gran sueño de esta campaña y de que el balón apenas circulaba por el césped, Rafa Sáez metió a Quique Cubas por Julio Rey para recurrir al juego directo y a la segunda jugada. Los arlequinados mostraron empuje y encerraron a su rival, pero no conseguían crear ocasiones claras. Curiosamente, estas llegarían cuando el Barco se sacudió ese dominio. Sylla avisó en el 72 de que no estaba dispuesto a entregarse, estrellando un balón en el meta visitante. La igualada llegaría en el minuto 79, cuando el delantero senegalés cabeceó un buen centro de Manu Rodríguez al fondo de las mallas. La igualada espoleó a los locales y dejó a los ourensanos totalmente noqueados, sobre todo por las lesiones de David Álvarez y Omar. Tan solo cinco minutos después llegaría el tanto que hizo estallar a A Lomba, al rematar Sylla un córner al fondo de las mallas, elevándose entre una nube de jugadores.

Con estos mimbres, el Arosa se sitúa a tan solo cuatro puntos del cuarto puesto y con un tramo de calendario muy favorable, ya que se medirá, en su mayor parte, a equipos de la zona baja de la tabla o que no se van a jugar absolutamente nada.