El Calmear Rasoeiro tomó aire a costa del Gijón, al que doblegó en un partido igualado y apasionante, abocado a un final incierto que cayó del lado local. La reaparición de Bruno Montesinos, Álvaro Iglesias "Moto" y Borja permitió a los grovenses disponer por fin de profundidad de banco y de tirar del doble cambio ataque-defensa para fortalecer el centro de la zaga.

El Rasu equiparaba así envergadura y tiró de su peso ante un Gijón que concurría con jugadores más versátiles, pero que sufrían en el cuerpo a cuerpo ante los grovenses en el entorno de la línea de seis metros. Y en el extremo los estiletes Sergio y Ortega mantuvieron su pugna particular por neutralizarse mutuamente con el objeto de abortar el contragolpe rival, que así no lució en ninguno de los contendientes.

Dentro de una gran igualdad el Rasu, que alternaba defensa de 6-0 y 5-1, mantuvo la iniciativa en el primer tiempo con rentas de uno y dos goles que el Gijón neutralizaba en el 20 (10-10). Los de Quito Parada reaccionaron para cobrar una ventaja de dos al filo del descanso (16-14), que el Gijón recortó en una jugada de pizarra para llevar el balón al extremo izquierdo desde donde Ortega resolvió sobre la bocina para subir 16-15.

El Rasoeiro vivió su momento crítico tras el descanso, del que regresó frío. El equipo, que no acababa de hallar el punto de intensidad en las dos áreas, vio como el Gijón, con 17-17 en el 31 le endosaba un parcial de 1-4 que llevaba el electrónico a un 18-21. Tirando de la defensa, probando con tintes de mixta sobre Madrazo o Jardón para cortocircuitar el inicio de circulación diseñado en pizarra, el Rasu trataba de recuperar terreno. Lo tuvo en su mano el Rasu en el 40 pero Sergio marró el penalti que le daría el empate, pagando acto seguido con la exclusión de Pepe, lo que favoreció que el Gijón se fuera de nuevo tres arriba (20-23). Y en un segundo arreón, apoyado en esa fase en dos paradas de Aarón y los goles de Omar y Caneda, el Rasu remontó para tomar la delantera (25-24).

A partir de ahí pesó lo suyo el valor de los puntos para escapar el descenso. En el 52, con 27-25 y tiempo muerto visitante, se impuso exprimirse en defensa ante la ansiedad de lo mucho que se jugaba de ataque local. Fueron ocho minutos con un único gol agónico del Rasu, obra de Omar en el 56 (28-26), pero que valía su peso en oro para el triunfo (28-27).

La victoria permite al Calmear Rasoeiro salir del descenso subiendo así a la trigésima plaza con 9 puntos, dejando tres equipos por debajo. Quito Parada valoraba lo logrado: "Este partido ha sido más que dos puntos, porque jugaba también en lo anímico para que el equipo se reencontrara, demostrando lo importante que ha sido recuperar efectivos. Se puso en evidencia que con la plantilla al completo nuestras opciones crecen".