Las buenas sensaciones que había dejado el Cortegada en los anteriores encuentros saltaron por los aires ayer en Galdákano, donde las vilagarcianas jugaron un encuentro en el que siempre fueron a remolque y nunca consiguieron llevar la iniciativa. Si lo hizo el Ibaizábal de la mano de una gran Laura Arroyo, que masacró a las vilagarcianas en la primera mitad, al finalizar con 18 puntos tras anotar tres triples, mas que todo el equipo vilagarciano en ese tramo.

El encuentro no pudo arrancar peor para el Cortegada, que se encontró en los primeros minutos con un parcial de 7-0 que se convirtió en una auténtica losa para el equipo de Rubén Domínguez. En ese primer cuarto, las cosas no salieron nada bien, especialmente en ataque, lo que permitió que las vascas se escapasen. En el segundo cuarto, las vilagarcianas mejoraron y consiguieron hacer frente a su rival con un juego mucho más equilibrado. Esa mejoría se mantuvo en el regreso de vestuarios, con un Cortegada que había conseguido rebajar la distancia a menos de diez puntos. Sin embargo, en el último cuarto, las vascas impusieron sus centímetros en la zona y se hicieron con el rebote (41 por 24 de las vilagarcianas), cercenando cualquier atisbo de reacción de las pupilas de Rubén Domínguez.