El Calmear Rasoeiro recibe al Seis do Nadal (18.00 horas). Choque complicado tanto por la entidad del rival, que llega séptimo en la tabla, como por la merma en portería del equipo grovense, tras la infortunio de Adrián con su lesión en la rodilla, producida el pasado fin de semana por los problemas de condensación en A Cañiza, y que le tendrá en el dique seco todo la segunda vuelta. La parte positiva para el jugador, que se le ha diagnosticado esguince sin rotura alguna, lo que se la ha prescrito un tratamiento conservador que no le obligará a pasar por el quirófano.
Para cubrir portería el técnico Quito Parada optará por el juvenil Costa y tirar de reconvertir al pivote Aarón para estar bajo palos, toda vez que había jugado ya en esa demarcación. Por lo demás el club ha comenzado a trabajar con vistas a la incorporación de un nuevo portero para cubrir la baja de Adrián por lo que queda de temporada. Esas opciones podrían pasar por un guardameta pontevedrés con el que se habla, o bien recuperar al veterano Solla, mítico portero grovense, que mantiene aún la forma y que podría ser solución para salir el paso.
A la baja de Adrián, más las consabidas de Moto y Mouco, suma el Rasu las de Pepe, Billo y Rodrigo, lo que merma en exceso el potencial del equipo. El técnico explica que, ante la circunstancias, "tener opciones exige que el equipo esté metido al 110 por ciento, máxime dada la entidad del rival". Y es que Parada define al Seis do Nadal como "un equipazo, con una primera línea muy sólida con seis jugadores que pueden turnarse sin que el plantel se resienta ".
Sobre la reclamación presentada por el Rasoeiro en relación al partido suspendido en A Cañiza a falta 20 minutos para el final, Quito Parada no es optimista. "No hemos recibido aún resolución alguna, pero en la página de la Federación Española está colgada la notificación de que ambas entidades deben ponerse de acuerdo para jugar esos 21 minutos". Señala el técnico en su enfado que "estamos únicamente limitados al pataleo por injusta que sea la decisión arbitral de haber obligado a disputar un partido sobre una cancha que no estaba apta para el juego".
El marcador marcaba entonces un 28-16 con el choque sentenciado, cuando el Rasoeiro quería ya entonces jugar "aunque fuera andando". A esas alturas se trataba de cumplir el trámite y terminar.
