El Unión Dena arrancó el año con buen pie corrigiendo el malo de la última derrota ante el colista, sin regalar como en aquella ocasión la segunda parte al rival. El triunfo permite a los meañeses apuntar a la zona noble, copando la octava plaza que le iguala a 29 puntos mismo al sexto que marca la promoción.

Ante el Caselas los de Isidro Barbeito se plantaron más atrás de lo previsto, con un centro de campo que mostraba cierta endeblez y sin un delantero con empaque para inquietar al rival. El Caselas, plantado con el mismo dibujo del 4-2-3-1 del Dena, fue quien llevó la iniciativa en la primera media hora, merodeando el área meañesa con asiduidad, pero sin generar opciones de gol.

Más parapetado atrás, preocupado por no encajar, el Dena parecía apelar a una conexión que le brindara un zarpazo. Y lo halló por partida doble en tan sólo dos minutos. Primero, en el 32, en que Oubiña, que busca afinar su puesta a punto, tiró de calidad en medio de campo rival, pivotando sobre sí mismo para asistir en profundidad raso al área, donde irrumpía Giao para encarar Varela y batirlo en su salida (1-0). Y en el 35, un saque de falta casi frontal, lo prolongaba de cabeza Abal desde el segundo palo al área pequeña, a donde llegó con la derecha Borja para rebañarlo del suelo y enviar a la red. Esos dos zarpazos devolvieron la confianza al centro del campo conforme Brais crecía abarcando más terreno en la medular.

Tras el descanso encarrilaba el partido el Dena. Fue en el 48 con un contragolpe, llevado por banda izquierda, que acababa con un balón puesto al primer palo, donde aparecía Oubiña a bote pronto para enviar por encima del portero rival. Un gol anímico para reforzar el grovense en su confianza, en busca del jugador que era hace un par de años, y lastrado desde entonces por una larga lesión.

Con el partido de cara el Dena huyó de la relajación que le condenara ante el Gondomar antes del parón navideño. El hambre de gol de Rosal, con él siempre por medio, le brindó ocasiones para un cuarto. Primero en el 67 con un saque de falta al borde del área que él mismo pateó rozando en travesaño, luego en el 74 con un balón que servía en una contra a Oubiña que no acertó con el remate franco y, por última vez, en el 89, en el que Rosal remataba a bote pronto escorado en área pequeña un balón que lamió el palo.

En medio, y con el Caselas entregado a una defensa de tres, su única ocasión, en el 70, en un balón mal despejado por el portero Garrido fuera del área que acabó en botas rivales, pero el esférico, bombeado por Barbosa por encima de Garrido reculando, lo repelió el travesaño.