El Xuven no pudo poner la guinda a su buen partido ante el EDM A Estrada. Después de dominar el marcador durante los tres primeros cuartos, la mayor experiencia de los jugadores visitantes salió a relucir en los momentos decisivos del partido.

Empezaron muy bien los de Miguel Sineiro en materia ofensiva. Cerraron el primer cuarto con un total de cuatro triples ante la defensa zonal planteada por su rival. Sin embargo la falta de dureza defensiva permitió hasta ocho canastas en juego a los estradenses durante los primeros diez minutos.

El acierto desde el exterior se mantuvo en el caso del Xuven durante toda la primera mitad. Hasta ocho triples habían anotado los amarillos a la llegada del descanso, lo que suponía que 24 de los 39 puntos totales habían llegado desde más allá de la línea de 6.75 metros.

El partido estaba transcurriendo con defensas muy laxas por parte de ambos equipos. La prueba es que apenas hubo oportunidad de ir al tiro libre por parte de ninguno de los dos equipos. Con todo ello, el Xuven mantuvo la iniciativa en el marcador aunque cada vez con mayores dificultades para ver el aro rival, especialmente durante el tercer cuarto.

Ya en el último periodo el acierto desde el exterior cambió claramente de bando. A poco menos de cinco minutos para la conclusión los estradenses pasaron a dominar el partido, lo que les permitió jugar con la ansiedad de un rival mucho más inexperto y finiquitar el partido desde la línea de personal.

Con esta derrota, el Xuven comparte con el Sigaltec las últimas posiciones del grupo sur de Primera Autonómica con un idéntico balance de un triunfo y tres derrotas.

El Sigaltec desperdició una buena oportunidad de dar continuidad a la meritoria victoria lograda ante el Bosco en Ourense la jornada precedente. Los vilagarcianos cayeron en esta ocasión ante un Seis do Nadal que puso más de su parte por hacerse con el que fue su primer triunfo de la temporada teniendo enfrente un rival totalmente desenchufado del partido prácticamente durante los cuarenta minutos de juego.

La diferencia entre uno y otro equipo no se reduce únicamente a los dos puntos de diferencia, sino a la mayor voluntad de competir de los vigueses. Y es que el mal partido de los naranjas se hizo notar desde el arranque. Las pérdidas de balón y los problemas mostrados a nivel defensivo y reboteador estaban permitiendo que el Seis do Nadal campase a sus anchas, aunque nunca llegase a contar con ventajas considerables por sus dificultades para la anotación.

Los problemas en el rebote fueron una constante durante el partido para los naranjas. Las segundas opciones permitieron varias canastas fáciles a los vigueses que le permitieron mantener la iniciativa en todo momento.

El partido se mantuvo parejo durante todo el tiempo. La relajación inicial del Sigaltec fue poco a poco convirtiéndose en frustración a medida que la amenaza de la derrota era cada vez mayor. Cuando quisieron concentrarse en el partido ya parecía demasiado tarde y todo se vio abocado a un desenlace muy apretado.

Los de Xoán Trigo dispusieron de una posesión desperdiciada para empatar o ponerse por delante con 61-63. En el siguiente ataque los vigueses fallaron, pero sus dos rebotes ofensivos terminaron con un jugador en la línea de personal. Acertó uno de los dos tiros libres a falta de 7 segundos (61-64). El siguiente ataque terminó en la línea de personal donde se estableció el 62-64 final.

Los vilagarcianos caen ahora a las posiciones bajas del grupo a la espera de poder recuperar el terreno cedido el sábado en la cancha siempre complicada de A Estrada. Con una sola victoria en cuatro encuentros, y a falta de dos jornadas para llegar al ecuador de esta primera fase, el Sigaltec está obligado a reaccionar sino quiere ver muy hipotecadas sus opciones de clasificarse para la pelea en la segunda fase entre los ocho mejores equipos de la categoría.