La meticulosidad forma parte del decálogo de conducta de un buen delegado. El rigor a la hora de desarrollar su labor no está exento de la complicidad necesaria para ser capaz de escuchar a todos y no desvelar a nadie. El conocimiento de los códigos de conducta de todos los estamentos del club es otra de las cuestiones que no se escapan para poder cumplir sus funciones con la mayor eficiencia posible. Esas son algunas de las habilidades que demuestra manejar a la perfección José Julián Carballo Rodríguez, el perfecto conocedor de las necesidades del primer equipo del Arosa.

Reconoce que su llegada al primer equipo arlequinado fue por amor. Y es que su mujer Menchu Couso pertenece a una saga familiar íntimamente ligada a la historia del club. Su padre Celso fue jugador, entrenador y presidente del Arosa y su hermano, también Celso, fue técnico de la base durante muchas temporadas. "Entré en el club porque buscaban gente para esa labor y mi mujer me animó a ello. Empecé así, como quien no quiere la cosa, y ahora estoy metido hasta el fondo".

Su manera de hacer fue calando en el equipo desde el día de su llegada. Corría la temporada 2016/17 cuando accedió al puesto de delegado coincidiendo con la llegada de Jorge Otero al banquillo. Y a partir de ahí se ganó la admiración de todos por su exquisito trato en la labor que desempeña. Además añadió aspectos que marcaron la diferencia desde el primer momento. Uno de ellos fue la limpieza de todos y cada uno de los vestuarios de Tercera División por los que el Arosa pasaba como visitante.

Lo sucedido el pasado sábado en el campo de Celanova no es más que una rutina implantada por "Jose" y que repite en cada desplazamiento. Mucho antes de la eclosión mediática de la selección japonesa en el pasado Mundial de Rusia por limpiar su vestuario, el Arosa ya había adquirido ese hábito gracias a la pulcritud evidenciada por su delegado.

"No me cuesta nada dejar el vestuario como me lo encontré", sostiene Jose. A ello añade que "es una pauta más en el día a día de cada partido y tanto Ramón, el fisio, como algunos jugadores también me ayudan a recogerlo todo. Soy así y me gusta ser respetuoso con el trabajo de todo el mundo".

Por ello en su kit de cada partido también se incluyen útiles de limpieza para ayudar a que el Arosa deje un sello de equipo señor en cada visita. Una cuestión que está por encima del resultado y que distingue a una entidad que camina hacia los 75 años de historia.

Profesional de mecánica de automoción y padre de Javier y Adrián, dos jóvenes canteranos arlequinados, no oculta que le encantaría poder disfrutar con el Arosa el play-off que por tan poco se escapó el pasado curso. Por su trabajo tiene claro que no va a quedar. Jose no mete goles ni los evita, pero es muy consciente de que su ejemplarizante tarea ayuda a alcanzar la buena armonía que ayuda al mejor de los rendimientos.