El Umia tiró de oficio para imponerse a un Gondomar bisoño para la categoría, al que le faltó empaque arriba para pisar con el área rival. De salida los rojillos, posicionados en un 4-4-2 como el rival, acusaron falta de intensidad ante un joven Gondomar que llevó la iniciativa en los primeros 20 minutos. Y es que, pese a su condición de colista, salió jugando cada acción raseando hasta con soltura el balón, para llegar a tres cuartos de campo, pero a partir de ahí adolecía de delanteros que impusiera envergadura o capacidad de remate en el área. No obstante, el Umia acabó invirtiendo la dinámica en el segundo tramo de la primera parte, conforme el equipo acertaba más con el robo de balón, y era con la llegada en velocidad o con el balón parado donde parecía amenazar más al rival. Pero ni uno ni otro dispusieron de opciones claras gol en todo el primer tiempo.

El partido se abrió algo en la segunda parte, con un Umia que saltó más decidido. Chu tuvo la primera en el 51' en que controló en la izquierda del área con el pecho un centro que lo dejaba sólo ante el portero, pero éste desbarató con los pies el disparo de aquel. Contestó el Gondomar en el 53' con un disparo lejano que se estrelló en el travesaño de Eloy, y que fue la opción más clara de los visitantes en todo el choque. Movió el banco Unai Bermúdez en busca de generar juego arriba, y la entrada de Fariña le dio más llegada por la izquierda, Primero un disparo suyo en el 65 que lamió el palo rival, y un minuto después un centro que él mismo servía desde la izquierda lo aprovechó Sayar para, a bote pronto, adelantándose al defensa, con un remate flojo con el que cogió a contrapié al portero, suficiente para besar la red (1-0).

A partir de ahí no tuvo recurso alguno para la reacción el Gondomar, que pudo llevarse algún gol más.