El Boiro cortó de raíz la línea ascendente del Céltiga. Los de José Luis Lemos inclinaron la balanza en solo media hora y la expulsión de Uru, antes del descanso, terminó de desarmar a los de Manolo Núñez.

La apuesta por la solidez defensiva marcó el plan a seguir por los locales. El Boiro asumió los galones en la tenencia del balón con precaución a la hora de evitar las contras de su rival. La estrategia a balón parado parecía llamada a ser el factor de desequilibrio ante tanto rigor táctico y así fue. A raíz de un córner, Santi Taboada desvió un centro-chut de Herbert para establecer el 0-1.

El mazazo se acentuó con el 0-2 solo cuatro minutos después. Hugo Sanmartín botó el saque de esquina y Remeseiro se anticipó a la acción defensiva para marcar. Por si fuera poco la justa expulsión de Uru por una entrada sin sentido a Javi Otero puso todavía las cosas más cuesta arriba de cara a la segunda parte.

Las dificultades del Céltiga para generar acciones de peligro permitió a los boirenses manejar el ritmo de partido. Incluso los visitantes dispusieron de varias situaciones claras para ampliar su renta. Diego Abad, Cano y Remeseiro fueron los que tuvieron en sus botas abrir más brecha frente a un equipo isleño al que no le bastó con la voluntad para revertir la situación.