El Ribadumia revivió ayer viejos fantasmas. Tras una serie de jornadas en las que enlazaron resultados positivos, los aurinegros volvieron a caer en el último suspiro al no defender adecuadamente las jugadas de estrategia. Los aurinegros no jugaron un gran partido, pero sí fueron superiores en el cómputo global del mismo ante un Alondras muy romo en ataque y espeso de ideas en la línea de creación.

Los dos equipos llegaban al encuentro con el objetivo de sumar puntos que les alejasen de la zona peligrosa de la tabla, y quien mejor asumió esa situación, de inicio, fueron los locales. Para ellos fue la primera ocasión del partido tras una serie de minutos de tanteo en la que el balón se movía de un lado a otro en el centro del campo sin ningún tipo de profundidad. La ocasión la tuvo Changui, que acertó a conectar un gran cabezazo que Martín tuvo que desviar a córner en una gran estirada. Tan solo un instante después de esa ocasión, fue Fran Matos el que cogió un balón en el borde del área, pero su disparo se fue alto por muy poco.

Sin ningún tipo de profundidad y con el centro del campo muy espeso por la presión a la que le sometía el equipo local, el Alondras tenía que recurrir al balón parado para tratar de acercarse a la meta defendida por Javi Sánchez. Así ocurrió en su primera aproximación clara, en un saque de falta ejecutado por Rafita que no consiguió peinar Abel ante el meta aurinegro.

Tras unos instantes de juego anodino, en el que ambos equipos no encontraban la profundidad suficiente para acercarse a la meta contraria, llegó el tanto local. Miguel Vázquez se quedó enganchado a la salida de un córner, recibiendo el balón en la banda izquierda. El defensa centró al área donde Rafita, de forma incomprensible, trató de controlar el balón con el pecho en vez de despejarlo y lo único que consiguió fue que la pelota acabase en los pies de Changui, que fusiló a placer al meta visitante. El Alondras lo intentó, pero salvo reclamar dos dudosos penaltis y un saque de falta de Rafita que desvió Javi Sánchez, apenas inquietó la portería contraria.

Ante la escasa mordiente del equipo, Montes decidió hacer dos cambios y meter en el campo a Benja y al exaurinegro Álex Gómez para tratar de dominar el balón. Sin embargo, con lo que se encontró fue con otra oportunidad del Ribadumia para encarrilar el choque en otro fallo garrafal de la defensa canguesa.

En esta ocasión fue Fiuza el que no consiguió despejar correctamente un balón en profundidad de Fran Matos, la pelota le cayó a Changui que se plantó solo en el área visitante, pero en la carrera se lo adelantó demasiado y permitió a Martín reaccionar con la velocidad suficiente para arrebatárselo antes de que engatillase.

Del 2-0, el encuentro pasó a la igualada. Otra vez a balón parado, Mauro ejecutó perfectamente una falta en banda izquierda que Adrián remató, de manera inapelable y prácticamente sin oposición al fondo de la portería. Con el empate en el marcador, los dos equipos se enfrascaron en una lucha soterrada por hacerse con el dominio del balón en el centro del campo, sin crear apenas ocasiones de gol. Los cangueses volvieron a reclamar un penalti en una acción de Aram sobre Benja sin éxito, ya que el central despejó el balón.

Cuando parecía que el partido estaba condenado al empate llegó el mal fario que viene sufriendo el Ribadumia esta temporada. Falta en la banda izquierda de nuevo, centro con rosca al segundo palo donde aparece Rubén, que se incorporó al ataque, y cabecea de forma inapelable y sin oposición al fondo de la red. Era el minuto 92, y el árbitro decretó el final del encuentro nada más sacar el balón de centro, lo que permitió al Alondras llevarse un premio excesivo de A Senra, ya que lo más justo hubiese sido un empate.