Con sol y buena temperatura transcurrió la antepenúltima etapa de Alberto Figueiro. El protagonista del Lúatlon ya está a muy pocos kilómetros de alcanzar Barcelona desde que el pasado martes 19 de enero partiera desde O Grove portando la bandera de la lucha contra el cáncer en un gesto de homenaje a su hermano Luis Miguel.

Precisamente mañana se cumplirán tres años del fallecimiento de Lu a consecuencia de una leucemia fulminante. Ese ha sido el día elegido por Alberto para poner fin a su aventura a pies de la Sagrada Familia tras haber sido recibido por representantes de diferentes delegaciones locales de la Asociación Española Contra el Cáncer, como ayer en Igualada.

El grovense, tras completar los casi cien kilómetros que le traían desde Lleida, reconoció que "estamos recibiendo un trato exquisito por parte de muchísima gente. Se preocupan muchísimo por lo que estamos haciendo y además nos invitan a comer que es algo que se agradece mucho después de la paliza de cada día".

Ayer fue la última de las siete etapas en bicicleta que se recogían en el trazado de Alberto Figueiro y, curiosamente, resultó la más agradable, "tuvimos alrededor de 17 grados todo el día y era bastante llana. Solo hubo un puerto de 700 metros que pude subir bastante bien".

Acerca de como están sus piernas tras tanto esfuerzo acumulado, el grovense no tiene la menor queja, "la verdad es que me encuentro realmente bien. Vamos a ver como encaramos las dos últimas etapas a la carrera después de tantos días seguidos sobre la bici, pero no me encuentro fatigado ni mucho menos".

Desde Igualada partirá esta mañana hacia Martorell. Un total de 35 kilómetros que supondrán la víspera al día grande que no será otro que la llegada a Barcelona para culminar una gran gesta.