Fútbol | Liga de Campeones Femenina

Giráldez persigue un adiós perfecto

El Barcelona dirigido por el técnico vigués busca cerrar una temporada redonda con el segundo entorchado consecutivo de la Liga de Campeones | El Olympique de Lyon, su rival en San Mamés, ha sido su bestia negra en la competición

Giráldez, durante el entrenamiento de ayer en San Mamés.

Giráldez, durante el entrenamiento de ayer en San Mamés. / AP

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

A Jonatan Giráldez le quedan tres partidos en el banquillo del Barcelona antes de hacer la maleta para subirse a un avión que le llevará junto a Olaia, su pareja, y Cíes, su hijo pequeño, a Estados Unidos, donde comenzará la siguiente etapa de su exitosa carrera profesional al frente del Washington Spirit, el club con el que se comprometió hace meses. La despedida, independientemente de los dos insulsos partidos de Liga que restan, vendrá de alguna manera marcada por lo que suceda esta tarde en San Mamés (21:00 horas) donde el Barcelona se enfrentará al Olympique de Lyon en busca de su tercera Liga de Campeones femenina (segunda consecutiva). Para el vigués sería el cierre perfecto, el adiós soñado a tres temporada difíciles de olvidar por todo lo conquistado, por el nivel de excelencia alcanzado. Ahora que se habla de las poco usuales despedidas en lo más alto, esta sería extraordinaria porque llegaría después de conducir al Barcelona al póker de títulos (Supercopa, Liga, Copa y Liga de Campeones), algo que la exitosa sección del Barcelona nunca ha conseguido.

Solo treinta y dos años y este vigués que le puso a su hijo el nombre de las islas de su casa a las que tanto extraña en Barcelona, acumula un palmarés impresionante. Hoy intentará la perfección de su obra mientras en Barcelona comienzan a darse cuenta de la inmensa pérdida que supone su salida del club al que llegó como colaborador de Lluis Cortés pero cuyo puesto heredó en verano de 2021. Pero Jonatan y Olaia son gente ordenada y de ideas claras. Decidieron hace tiempo marcharse a Barcelona con una mano delante y otra detrás. Sin más equipaje que la ilusión y la formación académica. Se buscaron la vida, trabajaron en mil cosas. Jonatan vendió seguros, enciclopedias...pateaba Barcelona a la espera de que llegase una oportunidad en el mundo del deporte. La idea de la pareja era estar cinco años, terminar de formarse, vivir, madurar y luego salir hacia algún otro país. Barcelona era una escala en su camino hacia alguna parte. Pero han pasado doce años desde entonces. El paso por Barcelona se prolongó porque llegaron interesantes ofertas profesionales que abrieron puertas que parecían imposibles. Y cuando eapareció el equipo femenino del Barcelona hubo que replantearse el plan inicial.

Aún así el técnico vigués ha marcado plazos. Los títulos no le cegaron y fijó en verano de 2024 su salida del Barcelona independientemente de los títulos que tenga en el historias o de los trofeos que deje pendientes.Decidieron hace meses que Estados Unidos sería su siguiente parada. Allí donde el fútbol femenino tiene una base sólida, donde corre el dinero gracias a la televisión,los estadios van acordes con el nivel de la competición y muchos de los mejores del mundo se acercan a vivir la experiencia. Giráldez no se lo quería perder y se comprometió con el Washington Spirit. Sin miedo a las despedidas o a los anuncios quiso que se supiese meses antes de que finalizase la temporada (“en España se tiene demasiado temor a anunciar el futuro y no hay ningún problema en ello”, acaba de decir en una entrevista). A continuación ha ganado la Liga, la Copa y ahora espera levantar la segunda Liga de Campeones de su vida y ser manteado en San Mamés por jugadoras que ya han comenzado a echarle de menos. La paz y el orden de la sección de fútbol femenino contrasta con lo que se vive en el Barcelona masculino, gobernado de forma casi aficionada por un presidente más parecido a un simple hincha que a un dirigente serio.

En la rueda de prensa de ayer Giráldez estuvo sereno y cabal. Consciente de lo que hay en juego y de la importancia de la calma: “Tenemos muchas ganas de jugar la final y completar una fantástica temporada siguiendo la línea de crecimiento que lleva el equipo en las última jornadas. Hemos ganado tres títulos en España (Liga F, Copa de la Reina y Supercopa) y queremos demostrar que somos el mejor equipo de Europa en un gran estadio como San Mamés”, dijo.

“Hubiésemos firmado esta situación a principios de temporada. Estamos en la mejor situación y lo que tenemos que hacer mañana es el mejor partido posible”, añadió un Giráldez “orgulloso” de su estancia en el cuerpo técnico de Barcelona, tres como ayudante y tres como primer entrenador. Hoy es el día de poner el broche de oro a este tiempo.