Motociclismo - Gran Premio de España

Pecco Bagnaia gana y Marc Márquez triunfa

El catalán, aunque perdió el duelo con el italiano, anuncia que ya está preparado para luchar por lo más alto del podio

Marc Márquez, en la ceremonia del podio. |  // ROMÁN RÍOS

Marc Márquez, en la ceremonia del podio. | // ROMÁN RÍOS / Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Fue una obra de arte. Una carrera apoteósica, como corresponde a un circuito como Jerez; como corresponde a los 144.678 fans apasionados que se volvieron locos; como corresponde a un GP de España, el mejor; como corresponde a un bicampeón como ‘Pecco’ Bagnaia y, sobre todo, como corresponde al ocho veces campeón, Marc Márquez Alentá, que le dedicó su carrerón al abuelo Ramón, el patriarca de los Márquez.

Salió Jorge Martín, subcampeón y líder (aún) del Mundial, disparado hacia la victoria. Le persiguieron, más serenos, listos y expertos, ‘Pecco’ Bagnaia, el bicampeón, Marco Bezzecchi, el alumno de Valentino Rossi y MM93. Todos con Ducati ¡vaya! Se cayó ‘Martinator’ cuando los demás empezaban a acosarle.

Y estalló la locura. Marc superó a ‘Bezz’ a lo bestia y se fue a por Bagnaia. Le alcanzó, lo intentó dos veces. En la última, ‘Pecco’ le dejó marcada su rueda delantera en el hombro derecho (el fracturado, el dañado, el operado cuatro veces) y el ocho veces campeón decidió abortar la arriesgada maniobra, recordando que ya lleva tres ceros. Ganó Bagnaia y triunfó Márquez.

El bicampeón ya sabe que Márquez ha vuelto. El jefe de filas de Ducati ya sabe que se las va a tener que ver con el mejor. La decisión que tomó Márquez de dejar Honda y abrazar Ducati, aunque fuese la ‘Desmosedici’ de 2023, se ha confirmado como explosiva. Su adaptación a la moto es total. Lo de ayer, en Jerez, es el inicio del gran reto. La madre de todas las batallas está por llegar.

Márquez empezó con miedo. Tenso. Rígido. “Me caí en Austin. Me caí el sábado. Vi caerse a varios pilotos de Moto2. No quería caerme otra vez. Y mis primeras cinco vueltas fueron malas”. Pero en cuanto recuperó el aliento y se vació el depósito de su Ducati, empezó la remontada. Y pasó a ‘Bezz’ y se pegó al colin de Bagnaia.

“Cuando Marc llega a tu altura, cuando entras en su mirilla, prepárate porque va a por ti. O eres igual o más valiente que él, o arriesgas tanto o más que él, o acabas siendo devorado. Por eso nos tocamos. Por eso mi rueda quedó marcada en su mono”. Ese es el nuevo Bagnaia.

La sensación de que el mejor Márquez está a punto de acabar con una desgraciada racha que dura 1.409 días (se cayó en Jerez y se rompió el húmero derecho el 19 de julio del 2020) quedó palpable en Jerez. En su GP nº 251, tras su ‘pole’ 93, tras 558 días sin ‘cajón’, se ha vuelto a subir al podio. Su última victoria fue el 24 de octubre de 2021, en Misano Adriático.

Márquez se dio cuenta y contagió a su gente que su regreso es una realidad. Todos saben, incluso Bagnaia, que ha vuelto. A vuelto del infierno. Prueba superada. Está vivo. Su sonrisa demuestra que empieza a disfrutar sobre la moto. La suya fue una apuesta arriesgada, pero no había otra. “Debía ponerme a prueba con la mejor moto. Saber si volvía a servir para esto, si volvería a ser competitivo”.

Marc confiesa que, a veces, los deportistas deben enfrentarse sin temor a su difícil situación. “Hay que salir a pecho descubierto a pelear e imponerte a lo que venga. Y si hay que bailar, se baila”. Y en eso está. Aún no ha ganado, pero está en ello. Y todo el mundo lo sabe.