Fútbol - Tercera Federación Femenina

El derbi provoca descontento general

El empate en A Gándara deja al Lóstrego y al Mos sin opciones de alcanzar el podio

Las jugadoras del Lóstrego defienden un saque de esquina del Mos, ayer, en A Gándara. // A.O.

Las jugadoras del Lóstrego defienden un saque de esquina del Mos, ayer, en A Gándara. // A.O. / A. Ovenza

A. Ovenza

1. Lóstrego CF: Naiara Martínez; Irene Rial (Irea Piñeiro, min. 68), Tamara Fernández, Marta Carballo, Laura Izard (“Moni” Míguez, min. 81), Adelaida González, “Equis” Márquez, Alejandra da Silva, Nara Fernández (Irene Heras, min. 81), Ana Iglesias e Irene Fernández.

1. UD Mos: Adriana Alonso; Paula González, Ainoa Galarza, Claudia Pintos, Noelia Pereira, Andrea Otero, María Almeida (Carla Carballo, min. 70), Candela Rodríguez, Paula Lorenzo (Sara Porto, min. 82), Ana Toubes y Emma Domínguez.

Árbitro: Eduardo Rivera (Delegación de Vigo). Amonestó a las visitantes Paula Lorenzo y Paula González.

Goles: 1-0 (min. 20), Ana Iglesias. 1-1 (min. 48), Emma.

Incidencias: A Gándara, en Chaín (Gondomar). Buen ambiente, con bombos de la afición mosense. Antepenúltima jornada del grupo 1 de 3ª RFEF. 

Lóstrego y Mos se despidieron de alcanzar el último cajón del podio por culpa de unas tablas que no satisficieron a nadie. En un derbi de estilos antagónicos –como en la primera vuelta–, el conjunto local golpeó primero con la velocidad de Anita y la indecisión de la zaga y la portera mosenses para que la delantera viguesa picara el balón sobre la mala salida de Adriana. Corría el minuto 20. Antes, Candela había rematado un centro para que Naiara hiciera un despeje abajo, y Toubes había tenido un remate a la salida de un saque de esquina que supo despejar la zaga local. La eficacia manda, especialmente en los derbis.

Tras el gol, el Lóstrego se volcó. El Mos no carburaba. Su centro del campo no elaboraba, Emma no se imponía arriba a sus excompañeras y Toubes, la futbolista referencial en desborde de las visitantes, se equivocaba en todas sus acciones ofensivas. Todo al revés.

El Lóstrego de Gabi Couñago estaba compitiendo por seguir soñando con la tercera plaza mientras las de Humberto Lede, imprecisas, demostraban por qué llevan meses siendo incapaces de cazar a Sárdoma y Lóstrego. Tras encajar, un disparo lejano de Paula Lorenzo (min. 28) era su única respuesta. Lede se desgañitaba en el banquillo con Toubes y Emma. No era para menos. Los supuestos estiletes tenían la punta roma.

Pero un derbi es un derbi. Nada más empezar la segunda mitad, una acción por la banda izquierda del ataque aurinegro y Emma metía lo justo la bota para clavar el empate en el palo corto. De repente, otro partido. Y de él, además, ya se salió casi todo el once azul como si el gol de Emma las hubiese descabalgado de sus sueños.

El partido cambió. Hubo un amago gondomareño, con una llegada de Irene que no cazó el cuero por poco y un chut a la izquierda de Alonso (min. 52). Pero la medular del Mos se adueñó de balón, abrió juego a las alas, Toubes fue algo más incisiva y al Lóstrego le entró el tembleque atrás con algún error absurdo y poca contundencia de la zaga. Iban diecisiete minutos del segundo periodo y Gabi Couñago abroncaba a Izard por descuidar la cobertura sobre Emma. Cuatro después, la delantera gondomareña del Mos tenía otro remate acrobático. El Mos estaba en su mejor momento y el Lóstrego intentaba hacer valer su velocidad, aunque ya solo generaba peligro a balón parado: la pelota era de Paula Lorenzo y Andrea Otero.

Un disparo y un remate de Emma y un cabezazo de Paula González dieron paso al penalti por agarrón sobre Emma a la salida de un córner. Tan discreto fue el colegiado que la grada se enteró del mismo después. Penalizó una defensa sobre la jugadora más corpulenta de ambos onces. Carla Carballo, ex del Lóstrego, lanzó y Naiara adivinó su intención. Al Mos se le escapaba otra vez el último tren.

Irene tuvo la última ocasión. Su peligroso lanzamiento de falta directa, fuera, dejó el derbi en reparto de puntos que solo beneficia al Sárdoma en la pelea por el cuarto lugar. Porque con dos jornadas por jugarse los tres conjuntos de la Delegación de Vigo parecen condenados a acabar del cuarto al sexto.