Fútbol | Segunda RFEF

El gol de Pitu vale su peso en oro

El Coruxo logra la victoria en Luanco y se aleja cuatro puntos sobre el descenso directo

Por arriba, la última plaza de promoción de ascenso se queda a tres puntos

Barrera, del Coruxo, lucha con el asturiano Guille Pinin por hacerse con el control del balón. |  // RICARDO SOLÍS

Barrera, del Coruxo, lucha con el asturiano Guille Pinin por hacerse con el control del balón. | // RICARDO SOLÍS / Área 11

Área 11

0 Marino: Dennis Díaz; Borja Álvarez (Mena, minuto 46), Aspra (Traoré, minuto 60), Adolfo González, Guille Pinín, Hervás (Blanco, minuto 67), Aitor Lorea (Mendiguchia, minuto 67), Lora, Jesús Sánchez, Cuesta y Abraham José (Hugo González, minuto 67).

1 Coruxo: Alberto; Borja Álvarez, Andriu, Vidal, Naveira (Mario García, minuto 70), Insua (Pereiro, minuto 70), Johan, Pitu Doncel, Barrera (Mateo, minuto 70), Añon (Youssef, minuto 82) y Davo (Teles, minuto 75).

Gol: 0-1, minuto 7: Pitu Doncel. Árbitro: Lázaro Martínez. Tarjetas amarillas a Lora, Cuesta; Andriu, Naveira, Añón y Barrera. Incidencias: encuentro disputado en el campo de Miramar en Luanco.

Victoria de oro para un Coruxo que en feudo de un rival directo en la clasificatoria como el Club Marino de Luanco, que llegaba a la cita empatado a puntos con los vigueses, se alzó con la victoria gracias a un tempranero y solitario gol de Pitu Doncel. Los locales fueron mejores en la primera mitad pero no consiguieron materializar su dominio en gol y tras el paso por los vestuarios no serían los mismos, pues la segunda fue mucho más ajustada con el Marino nervioso e impreciso ante un Coruxo muy serio y práctico.

El choque comenzó con el Marino de Luanco muy serio ante su parroquia demostrando una vez más el por qué no ha perdido este año en casa, ya que su última derrota como local fue en noviembre frente al Pontevedra. Sin embargo en apenas cinco minutos el conjunto vigués dirigido por David de Dios rompió las estadísticas y en su primera llegada a portería rival acertó con la red exhibiendo una pegada brutal. En el 7´ tras un gran desborde por el lado derecho de un Insua que también metió un centro perfecto para que Pitu Doncel desde muy cerca apuntille el primer gol de la tarde ante el asombro de un Miramar muy poco acostumbrado a ver goles en contra.

Los luanquinos reaccionaron muy bien al primer tanto de la tarde y casi de inmediato se hicieron dueños de la pelota y pasaron a juagr en campo rival, generando no pocos acercamientos y teniedno alguna ocasión bastante clara para igualar el resultado. Así, al poco una jugada individual de Abraham José por el izquierdo termina con un centro al área donde Lora no fue capaz de marcar. La acción acabó en la esquina para un córner en donde los asturianos reclamaron penalti.

Los jugadores del Coruxo celebran el gol de Pitu Doncel en el campo de Miramar. |  // RICARDO SOLÍS

Los jugadores del Coruxo celebran el gol de Pitu Doncel en el campo de Miramar. / Ricardo Solís

El dominio de los de Sergio Sánchez se intensificaría con el correr del reloj y las ocasiones locales se sucedieron, pues en la primera tuvieron hasta cinco o seis muy importantes, pero también la falta de pegada asturiana en alguna inmejorable; como cuando un centro de Adolfo desde la izquierda se le escapa al portero gallego y Abraham José desde muy cerca estrellla su remate en un defensor.

En el reinicio tras el descanso el Marino de Luanco volvió a la carga y apretando muy duro volvió a encerrar a los gallegos en su parcela, pero al igual que antes la ansiedad marcó su juego y el Coruxo frenó las acometidas de su oponente con mucha seguridad, lo que sin duda fue añadiendo más nervios a los asturianos, que con el paso de los minutos cada vez jugaron más acelerados e imprecisos.

El Marino ya no jugaba tan bien como en la primera y las sensaciones que dejaba no eran nada positivas, pues además perdería a un segundo efectivo por lesión y el central Aspra, que lo había jugado todo hasta la fecha, tenía que ser sustituído por Traoré. El Coruxo cada vez estaba más cómodo e incluso amenazaba con tomar la posesión, porque el ritmo de juego trabado ya lo estaba imponiendo. En el ecuador de la segunda el local Sergio Sánchez buscó remover a los suyos con un triple cambio, pero el Coruxo no le dejó que se recuperara y jugando con mucha inteligencia a ese otro fútbol interrumpió siempre los intentos locales.

El choque entró en la fase final con los luanquinos atenazados ante un conjunto vigués que apenas si concedió una ocasión en una falta lateral de Lora con remate de cabeza de Mena que se fue cruzado.

El próximo fin de semana, el Coruxo vuelve a tener un partido muy importante para certificar la permanencia en la categoría, y después poder soñar con algo más.

Los vigueses recibirán en el campo de O Vao, el sábado, a partir de las 17 horas, a una Arandina que ocupa la última posición del grupo, con tan solo cuatro victorias en lo que llevamos de temporada. Un partido clave para las aspiraciones de los vigueses.

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