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Carlos Sainz acaricia su cuarta victoria en el Dakar

Una avería del francés Loeb pone en bandeja el triunfo al madrileño que aventaja ahora en una hora y media al segundo clasificado - Hoy se disputa la última etapa

carlos rosique

El español Carlos Sainz (Audi), en coches, y el estadounidense Ricky Brabec (Honda), en motos, sortearon las piedras y los fallos mecánicos y se encuentran a tan solo 175 kilómetros de la gloria, tras una etapa con más de 420 kilómetros de caminos empedrados que dejó averías en los vehículos del francés Sébastien Loeb (Prodrive) y del brasileño Lucas Moraes (Gazoo Racing), fuera de las opciones de la general. Son apenas 175 kilómetros los que tendrán que recorrer Sainz y Brabec durante la jornada de hoy, aparentemente un paseo triunfal para ambos.

Ayer, en un recorrido lleno de piedras, era la última oportunidad para todos los grandes favoritos de arrebatar a Sainz su primera plaza. Esa fue la actitud de Loeb, que pasados los primeros cien kilómetros iba segundo, precisamente a 21 segundos del madrileño.

Pero como dijo Sainz en el día de descanso, cuando en el Dakar tomas tantos riesgos, al final la prueba “te acaba atrapando”. El francés rompió la horquilla delantera derecha a la altura del kilómetro 132 de la especial y estuvo a punto de retirarse de la etapa, harto de esperar al camión de asistencia. De hecho, ya lo publicó hasta la propia organización.

Sin embargo, por allí apareció el piloto chino Zi Yungyang (Yunxiang China T1+ Team), que contaba con un vehículo Hunter como el del francés y que le cedió las piezas que necesitaba para arreglar su Ultimate. Loeb retomó el ritmo minutos después aunque estuvo parado más de hora y cuarto que intentó recuperar.

En vez de arrebatarle el liderato a Sainz, su objetivo pasaba a ser mantener la segunda plaza, pero no pudo ser. El francés, que pinchó hasta en cinco ocasiones, no tenía más ruedas de repuesto y tuvo que llegar a la meta con tan solo una rueda intacta, mientras que las otras tres estaban totalmente pinchadas.

Así, el belga Guillaume de Mevius (Toyota) se colocó segundo de la general con nueve minutos de diferencia sobre el galo, que superó al brasileño Lucas Moraes (Toyota), hasta este jueves tercero, porque llegó a casi dos horas del primer clasificado tras dos averías que hicieron imposible que el piloto brasileño mantuviera las plazas de podio.

Todo ello mientras Sainz había bajado el pistón y sólo tuvo un pinchazo durante toda la etapa. Pese a todo ello, quedó tercero en la etapa, ‘levitando’ sobre las piedras y eludiendo cualquier fallo mecánico en la gran etapa de la segunda semana del Dakar. Así, el podio de este viernes debe estar liderado por el español, que tendrá a su derecha al belga de Mevius y a su izquierda a Loeb.

A pesar de que no pudo ganar la etapa, que se quedó en manos de su máximo perseguidor, el estadounidense Ricky Brabec (Honda) volvió a exhibirse en la penúltima etapa. Brabec abrió durante toda la etapa y ni eso le impidió quedarse a apenas 32 segundos del botsuano Ross Branch (Hero), que no pudo voltear la ventaja de más de diez minutos que tenía el norteamericano.

Lo intentó y arriesgó hasta el final, pero el estadounidense, que tuvo que estar pendiente de la navegación y de las piedras mientras iba abriendo el paso, no falló y Branch tendrá que conformarse con estar en el segundo escalón del podio en la celebración de este viernes.