La causa puede más que la lluvia

Más de tres mil vigueses desafían a la tormenta para tomar parte en la carrera solidaria contra el cáncer

Redacción

Pueden más la voluntad y la causa que la lluvia. Más de tres mil vigueses desafiaron a la tormenta que ayer descargó durante la mañana en la ciudad para tomar parte en la décima edición de la Carrera Contra el Cáncer que llenó las calles de Coia de deporte y solidaridad. El tiempo gris no fue un freno para el entusiasmo de la gente que se lanzó a la calle sin ver al cielo más que para echar mano de un chubasquero.

Tanto en la carrera de diez kilómetros (la competitiva) como en la de 5 kilómetros (no competitiva y que incluía una andaina) allí estuvieron casi todos los que habían confirmado su inscripción. Un muestra de que los aficionados entendían que la causa que se defendía estaba por encima de cualquier otra circunstancia.

Noemí Alvarez,
ganadora femenina. |

Noemí Alvarez,ganadora femenina. / Marta G. Brea

La carrera femenina finalizó con la victoria contundente de Noemí Alvarez, atleta del Máis que Agua, que completó los diez kilómetros en un tiempo de 39:41, lo que le permitió aventajar a la segunfa clasificada, Delia Villalba (Comesaña Sporting Club) en casi un minuto (40:35). El podio en esta categoría lo completó Ana Pérez con un tiempo de 40:55.

En la categoría masculina la victoria fue para Carlos Enrique Gutiérrez, del Club Delikia, que completó el recorrido en un tiempo de 30:50. Su cambio en el último tramo le permitió conseguir una pequeña vemtaja final sobre Xosé Pérez (Arenteiro) que finalizó con un crono de 31:03. El podio en esta categoría lo completó Daniel Bargiela (Bikila), que recorrió los diez kilómetros en un tiempo de 31:26.

Pérez, Gutiérrez y
Bargiela, podio
masculino.

Pérez, Gutiérrez y Bargiela, podio masculino. / Marta G. Brea

Las circunstancias sí que obligaron a un trabajo muy importante por parte de la organización, que gracias a su importante y entregado grupo de voluntarios pudieron sacar adelante la celebración de una carrera en unas condiciones tan duras como las de ayer. Todo funcionó como un reloj, un motivo más de orgullo.