Tenis
Kotliar y Berkieta, reyes bajo techo
La lluvia obligó a trasladar las finales del Vigo Tennis Open al Club de Campo
![Tomasz Berkieta ejecuta uno de sus potentes saques. | // FOTOS: ALBA VILLAR](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/1f3477f0-d505-49d3-952d-2761ccf8a1f7_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg)
Tomasz Berkieta ejecuta uno de sus potentes saques. | // FOTOS: ALBA VILLAR / REDACCIÓN
REDACCIÓN
Yelizabeta Kotliar y Tomasz Berkieta se proclamaron campeones del Vigo Tennis Open. Fueron dos finales condicionadas por el cambio de escenario. La meteorología obligó a trasladar los partidos de las pistas al aire libre de Samil a las cubiertas del Club de Campo.
Concluyó la tercera edición del Vigo Tennis Open y por tercera vez el torneo tuvo la mala suerte de que lloviese. El experto equipo organizador estaba preparado para esa situación. El inicio de los partidos estaba programado a las 9:00. Se aplazó hasta las 16:00. Fernando del Barrio y Noli Álvarez, gestores del campeonato, destacaban: “La ayuda del Club de Campo ha sido fundamental para poder concluir el torneo. Sus pistas cubiertas son un respaldo imprescindible”.
![Kotliar escribe el último resultado.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/c560958f-86ff-4c12-934f-5a33f655e216_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Kotliar escribe el último resultado. / REDACCIÓN
Así que a primera hora de la tarde se inició la final femenina ante más de 200 personas. Yelizabeta Kotliar, la ucraniana, estaba concentradísima y con una clara táctica de atacar la derecha de su rival (2-0). Joy de Zeeuw fue mucho más irregular. La holandesa fue capaz de lo mejor y de lo peor, con muchos errores no forzados. El 7-5 7-6(5) fue justo por la consistencia y claridad de ideas de Kotliar en los puntos importantes.
En la final masculina se medían el polaco Tomasz Berkieta y el checo Jakub Filip. La rapidez de la pista techada favorecía a Berkieta, dotado de un saque increíble, con potencia y precisión. Comenzó nervioso ante la atenta mirada de sus entrenadores, liderados por Albert Costa. Era la final más importante en su corta trayectoria. Pero tras ganar el primer set por 7-6 desplegó su mejor juego para sentenciar con un 6-2 después de una hora y cuarenta minutos.