Fútbol

Hablan los abonados del Barça: "Me da mucha pena, pero no voy a subir a Montjuïc"

Pese a que el Barça se niegue por ahora a ofrecer cifras oficiales, es evidente la reticencia del barcelonismo a afrontar la aventura del Estadio Olímpico

Una imagen de los trabajos para acondicionar Montjuïc para acoger los partidos del Barça la temporada 23-24.

Una imagen de los trabajos para acondicionar Montjuïc para acoger los partidos del Barça la temporada 23-24. / Zowy Voeten

Laia Bonals

El Camp Nou va desapareciendo poco a poco. Cada día que pasa se amontonan más asientos y recuerdos en los aledaños de estadio que ha sido el hogar de miles de barcelonistas. Ahora será Montjuïc el que se vestirá de gala para los encuentros de los equipos de Xavi Hernández y Jonatan Giráldez, aunque muchos de los culés que llevan años asistiendo religiosamente cada fin de semana al templo azulgrana no les acompañarán. Pese a que el Barça se niegue por ahora a ofrecer cifras oficiales, es evidente la reticencia del barcelonismo a afrontar la aventura del Estadio Olímpico. EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, ha hablado con tres generaciones de culés que poseen abono en el Camp Nou y que relatan sus motivos para acudir o no a Montjuïc.

Antonia Carbonell durante un partido en el Camp Nou con su nieta.

Antonia Carbonell durante un partido en el Camp Nou con su nieta.

Antonia Carbonell (68 años)

"Me da mucha pena, porque hace 50 años que soy socia del Barça, pero el año que viene no iré a Montjuïc", confiesa Antonia Carbonell. "Una de las principales razones es que todos los partidos nos los ponen a las nueve de la noche. Yo vivo en La Sagrera, tengo que coger el metro hasta Plaza España y de allí el bus lanzadera. Y a saber cómo funcionan los autobuses. Será una hecatombe", relata con cierta resignación.

Antonia también tiene a su cargo a su madre, de 97 años. "Si tuviera 30 años, no me importaría subir al Estadio Olímpico", explica. Ir al Camp Nou era más sencillo, Montjuïc está "muy lejos". "Será muy triste. Primero nos pusieron unos precios que... Tela. Y cuando vieron que la gente no se apuntaba tuvieron que hacer la rebaja. Ellos se pensaban que tendrían mucha gente. Y eso que en el Camp Nou cabían casi 100.000 espectadores, y a Montjuïc ni llegan a 50.000", añade.

El sentimiento general es que el club se ha olvidado del socio de siempre. "Han fastidiado al socio de toda la vida. Lo que haré es que, si algún día hay un partido atractivo, compraré entradas si las venden bien. Y si no, no pasa nada", confiesa Antonia, que ya tiene ganas de que pase este año para volver cada fin de semana a la que ha sido su segunda casa.

Edu Boada (derecha) durante un partido en el Camp Nou con un amigo.

Edu Boada (derecha) durante un partido en el Camp Nou con un amigo.

Edu Boada (27 años)

"No tiene sentido poder ir a ver el Barça y decir que no", sentencia Edu Boada, culé que tiene su asiento en el Spotify Camp Nou desde la temporada 2015-2016, después de 10 años en lista de espera. "Pudiendo permitírmelo, ¿por qué no tendría que ir? Asistí al concierto de Coldplay fijándome en cómo era la subida. No es tan dramático como parece. El año anterior estuve fuera todo el año, pero esta temporada me prometí ir a todos los partidos. He hecho el pleno de 25 encuentros", reconoce orgulloso y reivindicativo.

Boada admite que hay un punto de romanticismo en su decisión. "Yo vivo a una calle del Camp Nou. No he hecho el ritual de desplazarme. Hay un punto de querer descubrir lo que es ir al Estadio Olímpico, desplazarme. Tiene que ver con lo romántico, es lo que me hace más ilusión", reconoce. Es más, él vaticina una temporada única en Montjuïc vestido de culé. "La gente que querrá ir hasta allí será la que quiere ir a animar al Barça. No habrá tribuneros. Tener la pista de atletismo será durísimo. Pero quizá veamos algo especial y diferente que todo lo que hayamos vivido en el Camp Nou", concluye.

Joan Solé en la despedida del Camp Nou.

Joan Solé en la despedida del Camp Nou.

Joan Solé (33 años)

100% de asistencia al Camp Nou. Joan Solé no se ha perdido ni un solo partido que se haya jugado en la última temporada en el templo culé. Ahora, con el recuerdo de la despedida en el Camp Nou aún en la retina, mira hacia Montjuïc sin entusiasmo. "El vínculo que tenemos con el estadio es muy frío. Es un espacio que te queda lejos y con las pistas de atletismo frente a la grada todavía te hace ser menos partícipe", relata Solé, que empezó a ir al Camp Nou con su padre y su abuelo.

Ha decidido que el año que viene no subirá al Estadio Olímpico, aunque esa no era su intención inicial. "Tenía decidido que iba a Montjuïc, pero cuando hicieron la rueda de prensa y dijeron que el precio triplicaba la cuota del abono... [política luego corregida por la directiva]. Y además suponía un pago único en el mes de agosto. Además, reparé en los servicios que hay, y que el campo tiene peor visibilidad y menos accesibilidad", explica.

"La masa social del Barça, si la tratas como adulta, te responde. Cuando el club está mal, queremos que la directiva sea clara: si me ponen el precio más alto, que me digan que es para hacer una aportación. Mi abuelo la hizo hace años: tú ayudabas al club y ponían tu nombre en el campo. A veces mí abuelo me decía: '¡Vamos con la yaya!'. E íbamos a ver el nombre".

Pol Alonso en un partido en el Camp Nou.

Pol Alonso en un partido en el Camp Nou.

Pol Alonso (21 años)

Como Solé, Pol Alonso tampoco ocupará un asiento el año que viene en el Estadio Olímpico. "No me gusta la decisión de ir a Montjuïc, sobre todo porque fue la casa del Espanyol muchos años", argumenta Alonso. "Entiendo que tampoco había muchas más opciones. Considero que se tiene que intentar pasar este trámite lo más rápido posible para volver cuanto antes a nuestro estadio. No iré a Montjuïc, básicamente, porque está peor comunicado que el Camp Nou. No se sabe todavía si te dejarán subir en moto hasta arriba y, por los precios iniciales que pusieron, ya decidimos que no íbamos. No es nuestro campo", argumenta.

Los primeros precios de los abonos marcados por la directiva condicionaron a los socios culés para hacerse con un pase de temporada para Montjuïc. Pese a la rebaja posterior, muchos de ellos ya habían tomado la decisión. "En ningún momento me volví a plantear ir con los segundos precios. La decisión ya estaba tomada. Ya teníamos muchas dudas. Y después, ya cuando vimos aquella barbaridad, decidimos que no iríamos", confiesa.

Gerard Jordana en el último partido en el Camp Nou.

Gerard Jordana en el último partido en el Camp Nou.

Gerard Jordana (27 años)

Hay quien se ha tomado la decisión de ir a Montjuïc la temporada que viene como un ejercicio de responsabilidad con la entidad azulgrana. "He decidido subir al Estadi Olímpic por responsabilidad con la situación económica del club y como voto de confianza a la junta", confiesa Gerard Jordana. Siguiendo la línea de Edu Boada, apoyar al equipo la temporada que viene se antoja necesario. "En previsión de que quizá una parte importante de las personas asistentes al estadio sea público menos habitual, como pueden ser los turistas, creo que los socios y abonados que nos lo podemos permitir tenemos la responsabilidad de apoyar al equipo. Es esencial para revertir la situación, y para que el equipo funcione y gane títulos", añade.

"Desde muy pequeño empecé a ir al estadio, primero con mis abuelos y ahora lo hago con mi hermano. Después del año y medio que no pudimos asistir por culpa de la pandemia, no quiero volver a pasar tanto de tiempo sin ver el Barça en directo".

La Peña Barcelonista Benicarló en un partido en el Camp Nou.

La Peña Barcelonista Benicarló en un partido en el Camp Nou.

Joan Deixens (44 años)

Las peñas azulgrana también han tenido que tomar una decisión difícil. La Peña Barcelonista de Benicarló ha decidido no renovar sus abonos de cara a la campaña que viene. "En la peña somos unos 250 aficionados y tenemos cinco carnets", relata Joan Deixens. "Hemos decidido no ir por los precios iniciales que pusieron, la incertidumbre sobre los sorteos de los asientos y la accesibilidad".

"Hicimos una reunión. Nos planteamos coger sólo dos o tres abonos de los cinco. Pero con el sorteo de por medio, y no teniendo acceso al 'seient lliure', había demasiada incertidumbre. Si hubiera sido de otra manera, habríamos reservado plazas para Montjuïc", relata. En una temporada habitual en el Camp Nou, desde la peña liberaban el carnet el 40% de los partidos.

En cada encuentro, los cinco elegidos invierten tres horas en subir hasta Barcelona y tres más en bajar. "Se supone que con autocar sí que puedes llegar a Montjuïc, pero con el coche seguro que no. Nosotros siempre venimos en autobús. Cada uno paga 20 euros. Pero si el bus no va lleno, hay que pagar más".