Gimnasia Acrobática

Acrobacias de luz en la ETEA

Técnicos y gimnastas del Flic Flac organizaron una jornada de diversión para 20 niños gallegos y asturianos de la ONCE

Foto de familia con niñosy monitores en la ETEA.

Foto de familia con niñosy monitores en la ETEA. / REDACCIÓN

REDACCIÓN

El pasado sábado 22, en el pabellón municipal de la ETEA, una veintena de niñas y niños de la ONCE provenientes de toda Galicia y Asturias se convirtieron en acróbatas por un día bajo la supervisión del Flic Flac.

Una niña, sostenida pordos gimnastas del Flic Flac.

Una niña, sostenida por dos gimnastas del Flic Flac. / REDACCIÓN

Hacía tiempo que el club vigués de gimnasia acrobática manejaba la idea de crear un aula de inclusión acrobática. Por fin, el pasado sábado, se ha puesto la primera piedra con esta iniciativa que será la primera de muchas más, según anuncian desde la entidad.

Ha sido todo un reto para el Flic Flac, que se convirtió en anfitrión de unas niñas y niños con discapacidad visual, cinco de ellas ciegas totales. Durante dos horas, bajo la supervisión de seis entrenadores y casi veinte gimnastas, el grupo se puso el mono de trabajo y participó en una sesión de acrobática organizada para la ocasión. Volteretas, ruedas, pirámides y hasta mortales han sido algunas de las maniobras y piruetas que se llevaron a cabo en el pabellón de la ETEA.

Fue una jornada de felicidad.

Fue una jornada de felicidad.

Semanas de preparación

“Teníamos muchas ganas de ponernos a prueba en un ámbito diferente al habitual de la escuela y competición. Llevábamos varias semanas preparándolo en coordinación con Irene, la técnico de la ONCE con mucha ilusión y, para ser sinceros, algo de nervios.”

“La idea es que tuviesen la experiencia de sentir en qué consiste ser acróbata. Han probado ejercicios de flexibilidad, acrobacias, pirámides humanas y, por supuesto, nuestras camas elásticas”, relata Jorge Méndez, mandatario y entrenador del Flic Flac. “A algunos los hemos subido a nuestros cintos de seguridad para que probaran a hacer mortales. A uno de ellos, ciego total, lo subimos a más de cinco metros y el tipo, como si nada; increíble”, se maravilla.

Uno de los participantes.

Uno de los participantes.

“Para ser sincero, a pesar de la confianza que tenía en mis compañeras y gimnastas, estaba algo nervioso”, reconoce Méndez. “Sin conocer a las niñas y niños y, siendo la primera experiencia de esta índole en los veinte años de historia del club, sentí que estábamos ‘a ciegas’ en lo referente a este tipo de actividades. En ese sentido, quiero dar las gracias a Irene, de la ONCE, y a sus compañeras monitoras porque nos han proporcionado mucha información y, sobre todo, mucho ánimo para sacar esta iniciativa adelante”.

El presidente del Flic Flac destaca especialmente la colaboración de los miembros del club. “Me he sentido superorgulloso de nuestras gimnastas colaboradoras. Se han comportado como verdaderas profesionales”, ensalza. “Ha sido gracias a su empatía y colaboración que todo ha salido bien. Hubo un momento en que desde fuera las veía muertas de risa disfrutando a tope, enseñando y compartiendo gimnasia acrobática. Ha sido maravilloso”.