Pasaron más de cinco meses desde el último partido que se jugó en A Queixeira, una cita de final de temporada en Tercera RFEF entre el Atlético Arnoia y el Juvenil de Ponteareas. En aquel entonces ambos equipos estaban descendidos matemáticamente a Preferente y con el objetivo de regresar.

Con esa meta clara debutaron ayer los pimentoneros en su feudo, en Preferente, y ante otro equipo pontevedrés, el Porriño Industrial, un equipo que prometía complejidad porque llegaba de dulce tras haber vencido en la primera jornada a la UD Barbadás. Pero nada más lejos de la realidad, los de Adrián Padrón, que también habían vencido en su primer partido, dejaron los puntos en casa con dominio y sin titubeos.

El partido fue exactamente lo que prometía, una disputa igualada y de alta intensidad, en A Queixeira. No importaba el calor señalado por lo termómetros, importaban los puntos, y eso lo tuvo claro Iker que, en el ecuador de la primera parte supo aprovechar un saque de banda. El disparo dio en el palo y en un error defensivo de Borja Soto golpeó su propia espalda entrando en la meta local y poniendo a los visitantes por delante.

Fue una victoria momentánea, porque diez minutos más tarde el asedio del Atlético Arnoia se hacía más evidente, y aún con pocas ocasiones claras de área, dominaban. Fue así como en un córner de una segunda acción dentro del área le hacen falta a Rubén Arce, quien no falló en transformarla en el empate que puso en pie a la grada.

Tras el paso por vestuarios, el partido continúo igual, disputado y equitativo, por méritos parecía sentenciado el reparto de puntos, pero un buen robo de Mario Fariña hizo la diferencia, pasó el balón al borde del área, allí esperaba Rubén Arce, metió la bota y de nuevo acertó en la red, dejando los primeros tres puntos en A Queixeira.