Una edición muy especial de la Volta a Galicia dio comienzo ayer en Poio, en el puerto de Combarro como inicio de la carrera, con una etapa de 158 kilómetros con inicio y final en el municipio de Poio, además de la subida a A Escusa como plato fuerte de la jornada. Una cita en la que participan 117 corredores de 17 equipos y que estuvo marcada por el homenaje que el ciclismo autonómico brindó a Magín Froiz, uno de los principales valedores del deporte de las dos ruedas en Galicia.

El perfil de la etapa incluía una subida de tercera categoría, con un desnivel cercano a los cinco kilómetros a un 4% de pendiente, que serviría de antesala para el gran test de la etapa, el que determinaría el resultado final: la subida a A Escusa, con 7,2 kilómetros a un 6,8% de desnivel medio.

El ciclista neozelandés del Lasal Cocinas-Louriña, Alexander White, se proclamó líder flanqueado en el podio por Carlos Gutiérrez, del Aluminios Cortizo-Club Ciclista Padronés, y el ruso Lev Gonov. Con su victoria, en la que obtuvo una renta de más de un minuto con respecto a sus más directos perseguidores, White se convierte en el rival a batir. Hoy se disputa la etapa más larga, con 163,3 kilómetros de parcial que empieza y termina en la localidad luguesa de Taboada. Será una jornada intensa para los ciclistas, que se las verán con un perfil de tres grandes puertos: dos subidas de tercera categoría en Paradela y Ferreira de Pantón y una ascensión final al puerto de segunda categoría de San Pedro de Líncora (Chantada). Una antesala físicamente exigente a la tercera etapa, con final en alto en la estación ourensana de Cabeza de Manzaneda.