Adrián Ben no estará en las semifinales de los 800 metros. El mediofondista gallego fue una de las víctimas de unas eliminatorias criminales con docenas de atletas con marcas y piernas para pasar de ronda. La lista de relevantes damnificados por pequeños detalles fue inmensa. La confirmación de que estamos ante una de las pruebas más caras del Mundial. El gallego solo pudo ser cuarto en su serie (clasificaban los tres primeros por puestos y los seis mejores tiempos de las seis series) y se quedó apenas a una décima de meterse en las semifinales y soñar con repetir la experiencia de Doha en 2019 y de los Juegos de Tokio de hace un año donde estuvo en la final.

El gallego, que en la víspera había reconocido que la adaptación a Estados Unidos había resultado algo más complicada de lo que imaginaban, se vio condenado al correr en una serie no muy rápida, notablemente más lenta que las que vinieron a continuación. Adrián Ben, que acostumbra a correr de atrás hacia adelante, tuvo que tomar responsabilidades. Esperaba que el joven norteamericano Brandon Miller lanzase la carrera como es su costumbre. Eso dejó la prueba en manos del neozelandés Mathas, el primero que se apropió de la cuerda, a quien le convenía un ritmo algo más lento.

Aceleración

Consciente de que aquello era un problema para sus aspiraciones, Adrián Ben, siempre cerca de la cabeza, tomó la responsabilidad de acelerar la prueba a falta de poco más de doscientos metros para avisar la prueba en un intento por acercarse a los tiempos que se haría en el resto de series. Eso le obligó a un esfuerzo Entró en la recta por delante de todo el mundo, pero perdiendo velocidad de forma evidente. El argelino Sedjati y el holandés Van Diepen le superaron y el gallego trató de resistir el ataque del tunecino Ayouni pero fue imposible. Fiel a su carácter apretó los dientes hasta el último metro para acercarse a los primeros clasificados. Pero no fue suficiente: doce centésimas le separaron de Ayouni y Van Diepen. La eliminación era una realidad. En ese momento estaba clasificado por tiempos, pero faltaban dos series por disputarse que, como era de esperar, salieron muy rápidas para aumentar el número de clasificados. Y la ilusión de Adrián Ben se desvaneció. Ahora le queda la revancha del Europeo que se disputa dentro de unas semanas en Múnich y donde tratará de cerrar con mejor cara el verano al aire libre. Y de paso también intentará solucionar alguno de los problemas que esta temporada está teniendo con los finales de carrera como él mismo reconocía ayer en la zona mixta del Hayward Field de Eugene.

Por su parte el murciano Mariano García, campeón mundial de 800 metros en pista cubierta, y el salmantino Álvaro de Arriba, campeón de Europa bajo techo en 2019, se clasificaron para las semifinales aunque sufrieron de lo lindo. Ambos fueron cuartos en sus series, muy lentas, y estuvieron a nada de marcharse para casa. Los detalles esta vez jugaron en contra del galego.