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AUTOMOVILISMO

Al otro lado del espejo

La tudense Silvia Pousa debuta como piloto en el Rally Sur do Condado con su comadre Andrea Barral, habitual en el Gallego de Montaña, como copiloto: “El reto será disfrutar y acabar la carrera”

Silvia Pousa (drcha.) y Andrea Barral, con el 106 con el que competirán en el Sur do Condado. | // M. G. BREA

La tudense Silvia Pousa y la pontevedresa Andra Barral se han aliado para formar equipo en el Rally Sur do Condado. Han sido varias las circunstancias que han coincidido para que se animaran a dar el paso y tras el que han recibido innumerables mensajes de apoyo en su inminente debut, previsto para el próximo fin de semana.

La tudense da el salto hacia el otro lado de la barrera tras cuatro años presidiendo la Asociación O Borralliño Motor Solidario; Barral, por su parte, es una reconocida piloto en el Campeonato Gallego de Montaña, aunque en este caso se sentará a la derecha de Pousa, que aunque se estrena en la competición lleva cerca de una década ejerciendo como comisaria o cronometradora en distintas pruebas del Gallego.

Impulsadas por la idea de tener un reconocimiento hacia la Escudería Surco (organizadora de la carrera en la que se van a estrenar como equipo de competición) y hacia su presidente, Manuel Carballo, por su colaboración y ayuda con las iniciativas en la asociación, se animaron a dar el paso.

Pousa y Barral se conocieron en el primer Borralliño y desde entonces son “como hermanas”. “De hecho es la madrina de mi hijo pequeño”, subraya la tudense. Barral afronta ya su cuarta temporada en el Gallego de Montaña y, además, viene de estrenarse como piloto en rallyes, en el Rallye de Pontevedra, donde fue la única mujer que participó como piloto y con Samuel Pérez como copiloto.

Pousa se ha decidido a dar el salto al ruedo después de algún tiempo madurando la idea. “El motor es algo que siempre me ha llamado la atención, aunque sí que es verdad que no era un sueño que yo tuviera desde siempre. A raíz de irnos metiendo fue algo que me fue llamando más la atención y me pica la curiosidad porque yo soy una persona a la que le gusta vivir momentos. Al final esto es lo que nos vamos a llevar así que lo afronto como una experiencia nueva, con mucha ilusión de poder disfrutarla”, afirma.

Fue, precisamente, un patrocinador el que hace un año despertó en Pousa ese ‘gusanillo’. “Este año sí se dieron varios factores, como que Andrea aceptara a venir de copiloto, el presupuesto... Encajamos todas las piezas y ahí vamos”, anuncia la piloto.

Cerca de 6.000 euros han tenido que reunir para poder afrontar este rally, contando licencias, inscripción, gastos del propio día de la carrera. El alquiler del coche se llevará la mitad de ese presupuesto. Se trata de un 106 con el que el año pasado el marido de Silvia Pousa, Andrés Martínez, con Elio Gómez como copiloto, disputó también el Sur do Condado. “Ya fuimos a probarlo hace cuestión de un mes. La verdad es que iba con un poco de miedo porque es un coche pequeño y aunque es de competición tiene una preparación básica, pero las sensaciones han sido muy buenas y es un coche que responde muy bien tanto en aceleración como en las curvas, que es donde yo como novata tengo un poco más de miedo, pero en ese aspecto ha ido muy bien también”.

Pousa ha tenido poco tiempo para probar el coche. “Entre que tengo dos niños pequeños y el trabajo lo hemos probado poco, apenas una hora”, indica. El estreno del sábado marcará el futuro del equipo de competición formado por Pousa y Barral. “Primero vamos a probar cómo funcionamos como equipo porque una cosa es la amistad que tengamos fuera y otra será ver cómo trabajamos bajo presión y en competición”. Si todo sale bien, la idea será correr el año que viene alguna prueba más “con un coche propio”.

Su marido, que cumplió su sueño de pilotar en el Sur do Condado, respalda este paso al frente de la tudense. “Tenemos un pique de a ver quién va a llegar más lejos”, bromea la piloto, que agradece su ayuda “sobre todo en los aspectos más técnicos como las trazadas o las frenadas porque él compitió durante seis años como copiloto y lleva más de diez haciendo gymkanas”.

La meta para este estreno está clara: “Acabar”. “Hemos pedido salir últimas porque hay gente que lleva corriendo toda la temporada, que va en agrupaciones o en copas, y tampoco queremos molestar a nadie porque no sabemos cómo se nos va a dar y tampoco tenemos nada que demostrar”, reconoce. “Preferimos salir últimas y no estorbar a nadie y el reto será acabar, sin presión y disfrutando de la experiencia. Queremos llegar al parque cerrado para tener una pequeña fiesta con nuestros amigos”, proclaman.

El mejor consejo que ha recibido es que “la seguridad es lo primero”: “Todos me insisten en que si no voy bien que me eche a un lado y que me pare”. Jacobo Sobral, bicampeón gallego de montaña y marido de Andrea Barral, se encargará de la asistencia y mimará hasta el último detalle para que puedan cumplir su sueño de finalizar el rally. Si todo sale bien el año que viene se plantean completar el Regional de asfalto. El primer paso lo darán en el Sur do Condado.

Una “armadura especial” hecha de cariño

“Mucha gente quería que llevase algo suyo y llevo una equipación un tanto peculiar porque no casan colores ni tamaños”, dice: “Me lo voy a tomar como que llevo una armadura especial hecha con el cariño de todos ellos”. De todos los préstamos que portará ese día destaca el cinturón del mono del copiloto vigués Álvaro Vila, gravemente herido en el Rally Berberecho de Noia del pasado mes de abril. “A ver si me da suerte”, dice Pousa, que tiene también palabras de agradecimiento para Vila. “Cuando empezamos en O Borralliño (creado para recaudar ayuda tras la explosión de una pirotecnia en Paramos) fue una persona que estuvo ahí ayudándonos y poniéndonos en contacto con gente más conocida”. Pousa reconoce que posee un carácter “muy especial”. “Siempre me ven mandando o dirigiendo y el hecho de que tú salgas a correr y toda esa gente te llame y te pregunte qué necesitas es algo increíble. Estoy muy emocionada por eso y me están haciendo la espera muy bonita por todos los detalles que están teniendo conmigo”.

Una llamada a la participación femenina

No comparten Pousa y Barral la idea de hacer categorías específicas para las mujeres, incluso rechazan la denominación de “equipo femenino” porque para ellas la destreza al volante no entiende de géneros. “Una vez que te pones el casco somos todos absolutamente iguales, cada uno defiende sus habilidades y depende de las características del vehículo, no hay más”, afirma Pousa, que trabaja como administrativa en un desguace. Pousa y Barral esperan que muchas más chicas se animen a participar en el rally “y en igualdad de condiciones”. “Nuestra ilusión es que este fuese el rally con más participación femenina. Esperamos conseguirlo, sobre todo en cuanto a pilotos, porque como copilotos ya se están viendo a más chicas”.

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