El Mecalia Atlético Guardés concluye esta tarde su camino en el curso 2021/22. Lo hará en la pista del Salud Tenerife con el objetivo, todavía sin cerrar, de lograr la décima clasificación consecutiva para competir en Europa. Tantas como temporadas acumula en la División de Honor. Un registro que habla de la extraordinaria regularidad de la entidad en la última década, instalada permanentemente en los puestos altos de una Liga Guerreras Iberdrola que conquistó en 2017.

Con esa misión viaja a la isla el conjunto miñoto. Al frente del equipo estará por última vez José Ignacio Prades. El técnico de Petrer, el mejor de la historia del club, escribirá en el barrio tinerfeño de La Salud el último capítulo de su magnífico libro en el Guardés. Y, por supuesto, quiere hacerlo dejando al equipo que el año que viene dirigirá su compañero de cuerpo técnico, Abel González, en puestos europeos. Para lograrlo, le basta un punto. El empate cosechado ante el Rocasa el pasado miércoles le deja con 33 unidades en la tabla. Elche tiene 31, pero también el golaveraje particular ganado. Por ese motivo no fue matemática la clasificación tras las tablas en el último encuentro del curso en A Sangriña.

Pero más allá de las cuentas, el Guardés solo piensa en ganar. Despedir el año con victoria es hacerlo con buen sabor de boca. Y a por ello van a la isla unas jugadoras que esta temporada hicieron historia al clasificar al equipo para la primera final de Copa de la Reina del balonmano gallego. El encuentro será muy especial para Paula Arcos, Gabriela Pessoa y Nazaret Calzado, que dejan el club. Aún más para Estefanía Descalzo, que jugará su último partido. La valenciana se retira tras una magnífica carrera y tres años en el Guardés.