El Sárdoma llega al momento cumbre de la temporada intentando poner calma en la excitación que les rodea. Dos partidos, ciento ochenta minutos del separa de un sueño. Tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Las viguesas llegan a estas alturas de la temporada en la cuarta posición, a siete puntos del Friol (inalcanzable para ellas y con el ascenso virtual en el bolsillo) y a solo uno del Viajes Interrías y del Oviedo B. Tras ellas ya no hay nada. Nadie más está en la pelea. De los tres equipos en lucha uno conseguirá la segunda plaza de ascenso para la nueva categoría que se va a crear entre la Liga Reto Iberdrola y la actual Primera Nacional; uno conseguirá el puesto en promoción y el cuarto clasificado se quedará sin consuelo posible.

Las viguesas dependen de sí mismas para conseguir al menos la promoción ya que este fin de semana reciben al Oviedo B, el equipo que les precede en la clasificación. Ganar el domingo en As Relfas (12:00 horas) supodría llegar a la última jornada de Liga dependiendo de un triunfo en el campo del Gijón FF (octavo clasificado) para asegurar al menos esa tercera plaza. Para lograr la segunda ya dependerían de un error del Viajes Interrías que tiene un calendario algo más amable ya que este fin de semana visita al Sporting B (que aún se está jugando la permanencia) y acaba en su campo ante el Versalles (noveno clasificado).

Una derrota el domingo ante el Oviedo casi seguro acabaría con sus esperanzas y un empate dejaría todo pendiente de esa última jornada en la que las asturianas reciben al Friol, el mejor equipo del grupo. No es una mala noticia para el Sárdoma esta circunstancia aunque las ferrolanas lleguen con el ascenso en el bolsillo.

Este ejercicio de cálculo y cábalas, inevitable a estas alturas de la temporada, es precisamente de lo que pretende huir David Ferreiro, el entrenador del Sárdoma, uno de los responsables del buen rendimiento que el club vigués ha dado esta temporada y que les ha llevado a las puertas del ascenso: “No quiero pensar en partidos a vida o muerte y esas cosas. Porque parece que vives o mueres y tampoco es eso. Queremos hacerlo bien y ganar el partido porque creemos en nuestra forma de preparar las cosas, en nuestra manera de jugar”.

Insiste Ferreiro en que “a principio de temporada firmaríamos estar en esa situación. Nos hemos ganado esto y tenemos que seguir con el mismo discurso. Intentar hacer las cosas como hasta ahora, sin presiones añadidas. Centrarnos en el juego que es lo importante y alejarnos de todo aquello que nos distraiga. La presión como valor añadido no nos va a hacer ningún bien”.

Reconoce el técnico vigués que es complicado abstraerse de una situación como la que viven en estos momentos en los que la cabeza tiende a entregarse a la cabalística: “Siempre cuesta alejarnos de todo eso. Llevamos un mes tratando de controlar eso al máximo y preocuparnos solo del juego. Nos está yendo bien y esa es la línea que debemos mantener. Controlar lo que podemos porque hay factores externos que están fuera de nuestro alcance”.

Otra de las cuestiones importantes será levantarse también del mazazo de hace una semana cuando el Sárdoma ganaba 0-2 en el campo del líder, Friol, en el minuto 70 de partido. Y en ese final de partido, con las ferrolanas lanzadas sobre su portería, encajaron tres goles que les hicieron perder el segundo puesto y caer a la cuarta posición.

Lo que espera el preparador y su equipo es que el domingo As Relfas se llene para vivir uno de los partidos más importantes de la historia del club vigués. Al fondo espera un posible ascenso. Cerca y lejos al mismo tiempo. Muchas de sus opciones quedarán resueltas este mismo domingo.