El Comité Paralímpico Internacional (CPI) cambió ayer de opinión y prohibió a rusos y bielorrusos participar en los Juegos que se inician hoy en Pekín y a los que acuden alrededor de 600 deportistas de todo el mundo.

El miércoles, el CPI decidió, amparándose en la defensa de la neutralidad, autorizar a las delegaciones rusas y bielorrusas a tomar parte en los Juegos Paralímpicos de Invierno, aunque sin lucir ningún tipo de símbolo, ni el de sus comités, y a recibir, en el supuesto de un oro, la medalla escuchando el himno olímpico.

La presión de diversos países, contrarios a competir contra rusos y bielorrusos, hizo ayer cambiar de opinión al Comité Paralímpico que, al temer un alboroto durante los Juegos, decidió expulsarlos de todas las competiciones. Se daba la circunstancias de que Rusia ya no pudo competir antes en los Paralímpicos a consecuencia del dopaje y ahora sí lo podría haber hecho con algo peor como es una guerra.

“El cambio en la posición del PCI se ha debido a que un número elevado de países se puso en contacto con nosotros y nos pidieron que si no reconsideramos nuestra decisión sería probable que hubiera graves consecuencias para los Juegos Paralímpicos, amenazando con no competir”, dijo ayer en Pekín el presidente del CPI, el brasileño Andrew Parsons, en conferencia de prensa.