Rafael Nadal celebró su pase a la tercera ronda del Open de Australia con una euforia casi desmedida para un tenista con 20 Grand Slams en su palmarés. La explicación de su alegría, tras vencer al alemán Yannick Hanfmann (128 mundial) por 6-2, 6-3 y 6-4, la desveló en la entrevista que le hizo en la misma Rod Laver Arena el exnúmero 1, Jim Courier, cuando le destacó que lo había visto en gran forma física en el partido.

El actual número 6 mundial lo agradeció y se mostró feliz por volver a esa pista central, pero recordando la lesión de su pie izquierdo que le obligó a dejar de jugar durante seis meses: “Tengo el escafoides partido por la mitad, es un problema sin solución por el resto de mi vida, otra cosa es que me pueda dejar competir con más o menos garantías”.

Nadal solo lleva cinco partidos disputados esta temporada y es prudente ante las expectativas en el torneo. “Puedo hacer muchas cosas mejor y las tengo que hacer si quiero conseguir algo aquí. Celebro que estoy otra vez compitiendo, más o menos bien. Hay que ver el vaso medio lleno”, comentó Nadal, que en la próxima ronda, mañana, ya tendrá un rival de nivel como el ruso Kaen Khachanov (30 mundial).

Como Nadal, pasaron a la tercera ronda sin ceder un set Carlos Alcaraz, que derrotó al tenista serbio Dusan Lajovic (39) por 6-2, 6-1 y 7-5, y Paula Badosa, que se deshizo de la italiana Martina Trevisan (111) por 6-0 y 6-3. Más problemas tuvo Pablo Carreño para vencer al holandés Tallon Grieksoor por 6-3, 6-7 (6), 7-6 (1), 3-6 y 6-4.