La paralímpica Rodríguez Gacio funda su propio club de atletismo

–¿La próxima Susana Rodríguez qué será?

–Es totalmente impredecible. Cuando pase el 28 de agosto, si me llamas el 29, ya tendré algo en la cabeza.

Así anticipaba Susana Rodríguez Gacio en El País Semanal, antes de los Juegos de Tokio, su movilidad perpetua. Ella jamás se detiene. Carece de una vejiga natatoria que le permita flotar complaciente en el mar, meciéndose en sus glorias. Siempre ansía descubrir qué se oculta al otro lado del horizonte, a sabiendas de que será otro infinito. Su nueva tarea la traslada a la gestión. Gacio va a crear un club de atletismo convencional y adaptado. Se apoyará sobre Delikia, su principal patrocinador. La acompañan en la aventura el mismo que sobre el tartán, Celso Comesaña, guía también esta vez en el proceso administrativo, y otros amigos.

“Susana consiguió en Tokio una parte de lo que siempre había soñado, que era el oro olímpico”, recuerda Comesaña. Gacio alcanzó el metal dorado en triatlón junto a Sara Loehr. Completó esa gesta con la quinta plaza en 1.500 metros. Cumplido ese deseo, que desde Río se le había quedado enquistado, ha decidido inaugurar nuevos capítulos. “Pasados los Juegos, nos planteamos la idea de fundar un club. Ella quiere devolver a la ciudad lo que está recibiendo después de tantos años de deporte y sacrificio. Decidimos hacerlo”.

“Es un proyecto que me hace mucha ilusión”, confirma la campeona. “Delikia y nosotros llevamos bastante tiempo con esto en la cabeza”. Delikia Fresh es la firma de máquinas expendedoras (’vending’) que apoya financieramente a Gacio. “Llevo muchos años practicando deporte, aunque se pasan pronto. Este es un proyecto bonito en el que Celso y yo podemos transmitir todo lo que hemos aprendido, que es muchísimo. Crear un club dirigido a adultos y niños, abierto a todos, supone una gran oportunidad. Estoy muy contenta y con ganas de arrancar”.

La entidad se llamará Club Deportivo Delikia y comenzará a funcionar desde enero. Susana Rodríguez Gacio lo presidirá. Celso Comesaña ejercerá como director deportivo. Contarán con Luis Piña como entrenador y con Ramón Troncoso como entrenador de la escuela. Gacio y Comesaña, ambos de 33 años, compaginarán este papel con su carrera competitiva, aunque Comesaña anticipa: “No creo que nos quede mucho”.

El C.D. Delikia les permitirá prolongar su relación con el deporte cuando se produzca esa retirada de la élite. Gacio revela: “Celso es el cerebro pensante”. Él ha registrado nombre y estatutos en la Xunta y ha cubierto el papeleo en Hacienda. Entre los dos han esculpido la identidad de su criatura: un club de atletismo convencional y adaptado (“nuestro principal mensaje es el de la integración”, resalta Comesaña), con base en Vigo pero abierto al mundo, especialmente preocupado por la base.

El trabajo ha sido ingente desde septiembre. Van a cerrar un acuerdo con el CEIP Saladino Cortizo, de Mos, un centro público de educación especial cuyos alumnos podrán practicar deporte con el Delikia. Los miembros del club sacarán licencia federativa, lo que les permitirá utilizar las pistas de Balaídos. Están buscando un local en Bouzas que sirva de sede.

Otro objetivo es “hacer llegar el deporte de base a las zonas rurales”, concreta Comesaña. Están ultimando un acuerdo para que los niños de la escuela de atletismo de O Carballiño pertenezcan al Delikia. Exploran repetir maniobra con el Concello de Mondoñedo, de donde procede la familia de Rodríguez Gacio.

“Necesitamos el apoyo de la gente. Partimos de cero”, describe Celso Comesaña. El C.D. Delikia se incorporará pronto a las redes sociales. No se fijan límites, como ampliar su actividad a otras modalidades deportivas e “ir creciendo”, traspasando las fronteras gallegas si se tercia. “Nuestra responsabilidad es que vaya bien y poder darle a los niños eso que nosotros ya vivimos; también cubrir las carencias que existen en el atletismo y proporcionar el apoyo que hace falta en la ciudad”.