El Villalonga tenía una buena oportunidad para dar un golpe de autoridad. Desde su posición de líder, recibía a un Valladares que es su más inmediato perseguidor y, al término de los noventa minutos, las sensaciones son agridulces.

Salieron los celestes dispuestos a mandar y lo hicieron. Sin embargo fueron los visitantes los que dieron primero con una acción por banda que Miguel Villar remató libre de marca en el segundo palo.

Tocaba reaccionar y los de Ricardo Fernández lo hicieron sin necesidad de variar su propuesta inicial. Un disparo al poste de Joni y un mano a mano a mano de Héctor fueron el preludio al empate marcado por el propio Joni.

Con el empate a un tanto arrancó una segunda parte que los locales quisieron dominar desde el comienzo. A base de acercamientos al área consiguieron embotellar a un Valladares que trataba de gestionar los espacios al contraataque, pero un buen pase de Joni a Marcos se convirtió en la realización parcial de la remontada.

Cerca estuvo el Villalonga de aprovechar los minutos posteriores ante un rival que pareció acusar el mazazo. Hubo varias y buenas oportunidades, pero no parecía haber manera humana de cerrar el resultado. Además, el paso de los minutos aumentó la sensación de vértigo y los vigueses supieron manejarse en ese escenario. Tanto fue así que a solo dos minutos del final, los visitantes engarzaron una transición en la que Miguel conduce hasta el vértice del área para servir un balón al corazón del área que Bruno convierte en el empate que ya sería definitivo.