Pasión y corazón. Dos palabras que suenan de forma repetida en el homenaje sorpresa que la Diputación de Pontevedra organizó a Fran Teixeira, una de esas piedras angulares sobre las que el balonmano la provincia. Las repiten Carmela Silva, Gorka Gómez, Bruno López y también lo hacen los viejos compañeros de batallas que asoman en los vídeos enviados a través del móvil pero a los que la distancia no desprende del infinito cariño: Paqui, Manolo Cadenas, Valero Rivera, Hombrados, el presidente de la Española Blázquez, Pedro Posada, Javi Maté, Cota... Todos quieren estar. Unos lo hacen en persona (el límite lo marcan las restricciones sanitarias), otros con mensajes de toda clase. La gente siente la necesidad de enviarle su cariño y ánimo por todo lo vivido y, de paso, para apoyarle en esa pelea que Fran Teixeira mantiene desde hace tiempo por su salud.

Fran Teixeira se dirige a los asistentes. Pablo Hernández

Tras la disputa del partido de la selección española y Portugal el pasado sábado en As Travesas, la Diputación entendió que era un buen momento para darle las gracias a Fran. Porque de eso se trataba, de reconocerle todo lo que ha hecho. El balonmano gallego no sería lo mismo sin él de la misma manera que tampoco lo serían las escuelas provinciales que a lo largo de muchos años Teixeira puso en marcha en compañía de imprescindibles colaboradores como Milucho, Jose Covelo, Moncho Carnero, Mario Muzas o los hermanos Falque (muchos de ellos presentes ayer) y que han servido para que cientos de niños tuvieran acceso a la práctica deportiva y a ser orientados por técnicos que nunca hubieran llegado a su lado de no haber existido esta iniciativa. La presidenta Carmela Silva lo resumió en una frase indiscutible: “Es que Fran es buena gente” y valoró su grandeza al mantenerse siempre al pie de obra, incluso en los peores momentos de su tratamiento: “Necesito trabajar porque yo así me curo” le repetía.

Teixeira, visiblemente emocionado por momentos, al acordarse sobre todo de gente que le acompañó en ese viaje, dio las gracias a quienes siempre pusieron el hombro para ayudarle en esa tarea por el deporte. Y por encima de todo a su familia, que asistía orgullosa a aquell infinita muestra de admiración y agradecimiento a Fran, la persona que siempre vive apasionadamente todo lo que hace.