El fútbol se lo debía y lo logró. El esfuerzo, el sacrificio, el trabajo bien hecho, la dedicación a un proyecto obtuvo anoche la recompensa a tantos años de ilusiones depositadas. El Villarreal CF alcanzó ayer la gloria europea al conquistar en Polonia y ante el Manchester United su primer título de su historia al ganar la Europa League, en una gran final que pasará a la historia por la larga tanda de penaltis, que solo concluyó cuando De Gea falló ante Rulli, que antes había marcado el suyo cuando ya no quedaban futbolistas sin lanzar.

Una gesta sin precedentes para el “submarino amarillo”, algo tan difícil de conseguir que en España tan solo han logrado levantar el segundo torneo continental, antes llamado Copa de la UEFA, cuatro clubs y ahora el Villlarreal.

El Sevilla, el rey de esta competición, ha conquistado dicho torneo 6 veces (2006, 2007, 2014, 2015, 2016 y 2020), tres de ellas con Unai Emery en el banquillo. El Atlético de Madrid suma 3 entorchados (2010, 2012 y 2018), el Real Madrid ha ganado 2 (1985 y 1986) y el Valencia lo logró una vez, en 2005. El Villarreal pudo ayer unirse a este grupo selecto.

El club de la Plana Baixa ya llevaba lleva años codeándose con los grandes del fútbol europeo, quedándose a las puertas de la final de la Champions League 2005/06, tras el famoso penalti fallado por Juan Román Riquelme ante el Arsenal en la vuelta de las semifinales.

Ahora el fútbol le ha devuelto lo que le quitó. Quince años después, el Submarino alcanzó un hito histórico, disputar su primera final, en esta ocasión de la Europa League, enfrentándose a uno de los tres clubs más poderosos del mundo, el Manchester United, al que doblegó.

Los amarillos escribieron ayer otra página en su historia. En lo social, el triunfo de una ciudad pequeña. En lo deportivo también hay que destacar a Unai Emery, el técnico récord de la Europa League, que ya tiene tres en cinco finales: ganó tres con el Sevilla y ha perdido dos finales con Arsenal y Villarreal. Sin olvidarnos del Xiquet Pau Francisco Torres, Trigueros, Albiol y, sobre todo, Gerard Moreno.

El Villarreal lo merecía y aunque sufrió de lo lindo, lo consiguió.