Los primeros 10 minutos del partido fueron muy parejos, con ambos equipos carburando poco a poco y llegando al final del primer cuarto con un ajustado 14-16. Fue a partir de la mitad del segundo cuarto,, cuando los de Málaga empezaron a poner tierra de por medio. Con un arreón importante y un Iberconsa que no acababa de estar del todo acertado, los andaluces conseguían terminar el segundo cuarto con una diferencia de seis puntos. Las sensaciones no eran buenas en el equipo vigués, y eso se prolongó aún más hasta la mitad del tercer cuarto, momento en el que el Amivel conseguía la máxima diferencia del partido a cinco minutos del final del tercer período.

Con un marcador a favor de 53-38, los de César Iglesias se ponían en problemas. Era el momento de ponerse el mono de trabajo e intentar conseguir lo que el entrenador llevaba pidiendo meses: dar la campanada en campo ajeno. Cuando todo parecía ir a favor de Amivel, un Fabián Romo en estado de gracia comenzó a tirar del carro para terminar el tercer cuarto por debajo de la barrera psicológica de los 10 puntos, 57-48, y continuar reduciendo distancias en el último período. Ante el asombro del equipo malagueño, los vigueses continuaban en la senda de la recuperación. A falta de 6 minutos del final, el Iberconsa conseguía colocarse a 3, 59-56. Pocos instantes después un tiro de Romo ponía al Iberconsa a 1, que pronto se transformaría en un empate a 62. La mano de Romo devolvía al Iberconsa al partido tras un triple que obligaría a ambos equipos a la prórroga.

Los últimos cinco minutos de encuentro ofreció la mejor cara del Iberconsa Amfiv. Pronto consiguieron despegarse del marcador hasta acumular una diferencia de 6 puntos, 71-77, que se reduciría a 3, 74-77, tras un triple de Zack Blair a falta de 26 segundos. Tras un tiro libre encestado por Julio Vilas y una prodigiosa recuperación de posesión de Romo que inclinó definitivamente la balanza, el Iberconsa Amfiv conseguía rematar el encuentro con un 74-80 definitivo.