Un triunfo para respirar y soñar

Los redondelanos sufren para ganar al colista y certificar la permanencia

Un momento del encuentro disputado ayer en Santa Mariña. |  // PABLO HERNÁNDEZ

Un momento del encuentro disputado ayer en Santa Mariña. | // PABLO HERNÁNDEZ / Natxo Cabaleiro

Natxo Cabaleiro

El conjunto de Gonzalo Fernández tuvo que emplearse a fondo para superar por la mínima al colista, el Pontellas, y conseguir así el necesario triunfo que garantizase evitar la fase de descenso, confirmase su permanencia y mantuviese la puerta abierta a pelear incluso por el ascenso. Un triple premio que los redondelanos tuvieron que sudar y que vieron peligrar seriamente.

Porque el Pontellas se presentó en Santa Mariña con la intención de despedir la temporada de la mejor manera posible tratando de aprovechar el nerviosismo del Choco. Y a punto estuvieron los visitantes de conseguir su objetivo ya en la primera acción del encuentro, un balón en largo que recogió Nando para sacar un disparo que Cortegoso desvió a córner.

Los mismos protagonistas volvieron a verse las caras con idéntico resultado apenas suparado el cuarto de hora de juego. Los locales sufrían y Cortegoso tenía que volver a emplearse a fondo para mandar a saque de esquina un tiro desde dentro del área de Taboada.

Una falta al borde del área ejecutada por Alberto Suárez que Arón sacó con una buena intervención despertó a los redondelanos, que se hicieron con el control del encuentro superada la media hora de juego. Así, un lanzamiento de Arón al que respondió bien Arón y un disparo desviado de Martín cerraban la primera mitad.

El partido se reanudó tal y como había empezado, con un disparo de Nando que Cortegoso envió a córner y una falta lateral que Iano desvió ligeramente y a punto estuvo de introducir en su propia portería.

Sin embargo, el Choco pudo adelantarse en un balón largo en el que David salvó la salida de Arón pero se encontró con Chisco para sacar un remate que parecía el 1-0.

Fue el preludio. Instantes después llegó un centro de Iano desde la izquierda que Alberto Suárez colocó en una esquina para firmar el gol que acabaría dando el ansiado triunfo a los redondelanos.

Una victoria que David pudo certificar a diez minutos del final pero no acertó a superar a Arón en el mano a mano. No hizo falta. El Choco, consciente de la necesidad del triunfo al haber ganado todos sus rivales, enfrió el encuentro y se aseguró de no tener sustos en la recta final.