El Granada sufrió contra el Nápoles en el estadio Diego Maradona la derrota más dulce de su historia, pues el 1-2 de ayer, unido al triunfo por 2-0 que logró en la ida, le permitió prolongar su sueño europeo y alcanzar los octavos de final de la Liga Europa.

En la primera temporada de su vida deportiva en un torneo continental, el Granada de Diego Martínez sobrevivió al empuje del Nápoles y pese a recibir dos goles, del polaco Piotr Zielinski y del español Fabián Ruiz, selló el pase de ronda gracias a un autoritario cabezazo del Ángel Montoro.

Montoro, que fue amonestado y se perderá la ida de los octavos junto a Germán, anotó el momentáneo 1-1 en el minuto 25 y a partir de allí el Granada supo aguantar el asalto napolitano, también gracias a una monumental prestación del meta portugués Rui Silva, protagonista con tres paradas decisivas.