De nuevo confinados. De nuevo sin público en las gradas. El Abierto de Australia se disputará, al menos hasta el próximo jueves, sin la presencia de los espectadores después de que las autoridades del estado de Victoria decretaran ayer el confinamiento de la población de Melbourne para contener un rebrote de COVID en el hotel Holiday Inn del aeropuerto.

Los espectadores que acudieron al último día con público en Melbourne Park pudieron vivir dos apasionantes y espectaculares partidos en los que Novak Djokovic y Dominic Thiem, campeón y finalista del torneo el año pasado, evitaron su eliminación en dos duelos al límite remontando dos sets en contra ante el estadounidense Taylor Fritz (7-6 (1), 6-4, 3-6, 4-6, 6-2) y el polémico ídolo local Nick Kyrgios (4-6, 4-6, 6-3, 6-4, 6-4).

Dos batallas que empezaron con una gradas encendidas por un público entusiasmado por el espectáculo tenístico y que fueron desalojados de la Rod Laver Arena, donde jugaba Djokovic, a las 11.30 de la noche en Melbourne (13.30, en España), al inicio del cuarto set y con 3-2 en el marcador para Fritz.

El juez árbitro obligó al desalojo que habían anunciado las autoridades sanitarias y el resto del partido se jugó con las gradas vacías. Solo se escuchó el grito del número uno mundial tras ganar el quinto set y evitar el KO en un partido que jugó lesionado. “Tardaré en olvidarlo. Ha sido uno de los mejores momentos de mi carrera”, aseguró Djokovic, orgulloso de su victoria y su pase a los octavos de final.