El consejo de administración encabezado por Fernando Vidal renunció ayer en bloque de sus cargos por mandato de Abanca. El propietario da así un golpe de timón en medio de la profunda crisis institucional y deportiva en la que se encuentra inmerso el club desde hace aproximadamente dos meses. La deriva negativa reciente terminó por persuadir al máximo accionista de que un relevo en el órgano de gobierno era la mejor solución para un equipo en caída libre y lejos del objetivo trazado a comienzos de la temporada. Los resultados hasta la fecha no se han correspondido con la inversión efectuada y la entidad bancaria le transmitió la semana pasada a Vidal y sus consejeros que su etapa se había agotado.

Fue el miércoles cuando se les trasladó la decisión, solo unas horas después de que el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, avanzara que estaban preparando cambios encaminados a lograr una mayor “profesionalización” del club. El partido contra el Coruxo del domingo, saldado con otra sonrojante derrota, representó un paréntesis, pero el cambio ya estaba preparado. Antonio Couceiro (A Coruña, 1955), responsable de la Cámara de Comercio de A Coruña y gestor de amplia trayectoria, encabezará un consejo formado por “profesionales enfocados en la gestión empresarial y deportiva”.

Junto a Couceiro, expresidente de la Autoridad Portuaria, exdirector general de Begano y exconselleiro de Industria y Comercio de la Xunta con Manuel Fraga, aterrizan en el club la productora audiovisual Emma Lustres (O Grove, 1975), fundadora de Vaca Films; Eduardo Blanco (A Coruña, 1955), exconcejal en el Ayuntamiento en la etapa de Francisco Vázquez; y Carlos Cantó, especialista en gestión deportiva. En el consejo sigue David Villasuso (A Coruña, 1973), ejecutivo de confianza de Abanca desde su desembarco como máximo accionista y actual director general del club.

Los nombramientos están pendientes de que se convoque la próxima junta de accionistas, que previsiblemente se celebrará a finales del mes que viene. El club, después de la renuncia de Fernando Vidal, no aclaró de qué manera se producirá el relevo en el consejo. El todavía presidente manifestó que desconocía cómo se hará la transición, aunque es probable que sea un procedimiento parecido al que permitió la entrada de su equipo hace cerca de un año. Por aquel entonces se usó el método de la cooptación, que permitió sustituir los cargos en el órgano de gobierno antes de que fueran formalmente nombrados en la junta de accionistas. Tras la renuncia de Paco Zas, Toño Armenteros ejerció como presidente de modo provisional.

Couceiro será el presidente número 46 del Deportivo si se incluye en la lista a Ramón de Llano, gestor único entre 1936 y 1938. El que fuera conselleiro de Industria y Comercio entre 1994 y 1999 encabeza actualmente la Cámara de Comercio y las sociedades Afigal y Cesgar. Ingeniero de Caminos de formación, su carrera le ha permitido labrar una amplia experiencia en el sector público y privado. Tuvo importantes cargos políticos en las filas del Partido Popular, como el de director xeral de Vivenda e Solo y de Formación e Emprego. Fue también presidente de la Autoridad Portuaria y, después de abandonar la Xunta, ejerció como director general de Begano, empresa embotelladora de Coca-Cola para el noroeste y con sede en A Coruña. Couceiro heredará una presidencia convulsa, marcada por los vaivenes de los últimos años y con el encargo por parte del máximo accionista de enderezar el rumbo del club.

Fernando Vidal: “Nos señalan la puerta de salida, dicho en plata”

Fernando Vidal y el resto de sus consejeros renunciaron ayer a sus cargos empujados por Abanca. El máximo accionista entendió que era necesario un relevo debido a la crisis institucional y deportiva en la que se encuentra inmerso el club y al presidente no le quedó más remedio que hacerse a un lado. Vidal lo vistió como una decisión por el bien del deportivismo en un momento especialmente delicado y evitó hablar de dimisión después de que el propietario, con el que llegó de la mano hace aproximadamente un año a la presidencia, le invitase a marcharse. “Dicho en plata, nos señalan la puerta de salida”, resumió. El todavía presidente hasta que se produzca el relevo efectivo en favor de Antonio Couceiro explicó cómo se gestó en la última semana un relevo que ha hecho aflorar las desavencias que existieron en los últimos meses entre el consejo de administración que encabezaba y el máximo accionista, aunque aseguró que la confianza no se había resentido. Salieron a relucir así los nombres de Fernando Vázquez, Augusto César Lendoiro y el empresario JuanCarlos Rodríguez Cebrían, figura clave en la llegada de Vidal a la presidencia con el apoyo de Abanca. Ese respaldo comenzó a resquebrajarse conforme el equipo se sumía en una importante crisis de resultados hasta desembocar en los cambios anunciados el miércoles de la semana pasada por Juan Carlos Escotet. “No teníamos ningún conocimiento de eso”, indicó sobre las intenciones del propietario. “Se nos comunica una reunión urgente del consejo, a la que acudimos todos, y el deseo expreso del accionista mayoritario para que este consejo dé un paso al lado para conformar un consejo profesional”, añadió. “No estamos dimitiendo, damos un paso a un lado porque nos lo han pedido”, subrayó Vidal. El expresidente asumió que la entrada de Abanca como máximo accionista podría conllevar que en un momento de crisis como el actual se optara por un giro desde la propiedad. Era uno de los peajes de una operación que Vidal volvió a defender en su despedida. “Dimos el paso cuando nadie absolutamente lo dio. Lo hicimos de la mano de un socio capitalizador porque pensamos que era la única solución a nuestros problemas”, afirmó. “Acatamos, como no puede ser de otra manera, la decisión el accionista mayoritario, pero lamentamos las formas”, reflexionó Vidal, que aseguró que no había percibido desconfianza por parte del accionista mayoritario, aunque admitió que la destitución de Fernando Vázquez generó controversia. En Abanca no se entendió que se mantuviese al técnico tras caer ante el Celta B si la dirección deportiva encabezada por Richard Barral y el resto del consejo recomendaban su despido, aseguró. “Llegué a poner mi cargo a disposición para que se quedase Fernando Vázquez. Hable con él y le dije que estábamos solos”, afirmó.