La viguesa Judith Rodríguez ha sido preseleccionada para luchar por la clasificación para los Juegos Paralímpicos de Tokio. Así que, tras la sorpresa, ha llegado la ilusión y la planificación de las citas que tiene que realizar para lograr ese billete paralímpico: el Campeonato de Europa en Hungría y las Copas del Mundo de Brasil y Polonia.

“Es una gran noticia, ahora hay que pelearlo. Sé que será difícil, pero no es imposible; si me han preseleccionado es que cuentan que yo puedo ir y está bien que tenga esa oportunidad de lucharlo”, valora. “Para poder ir tienes que acudir, al menos, a tres pruebas, que casualmente son las que quedan por disputar, pero llevan todo el año posponiéndose por todo el tema de la pandemia”, indica. Por ahora, el Europeo, que sería su debut internacional, está previsto del 14 al 17 de mayo; la semana siguiente sería la cita de Brasil y, ya en julio, la Copa del Mundo. “Esas serían mis tres posibilidades. Si hago un buen resultado en las tres tendría opciones de poder clasificarme por el ranking combinado”, anuncia.

La estrategia será “participar en dos armas”: florete y espada. “Así tendré más posibilidades”. “Hice alguna vez espada de pie, pero nunca la entrené. Fui a alguna competición, pero para pasarlo bien, nada más; ahora sí que tengo que entrenarlo bien”, explica. Para poder clasificarse tiene dos opciones: o por ranking de una sola arma, o combinada. “Por una sola arma, quedando solo tres pruebas, creo que sería imposible, pero por el ranking combinado habría más posibilidades”, explica.

Ahora asume con ilusión el reto que le espera, pendiente también de un nuevo paso por el quirófano. “Estaba pendiente de una operación, en el codo y en el pulgar de la mano; para entrenar bien tengo que hacerla. Me han llamado ya para operarme el 10 de febrero”, confirma con la esperanza de que el proceso de recuperación no sea largo.

Tras lograr un oro, una plata y un bronce en su debut en competición, en la segunda cita del Nacional, la mayor recompensa estaba por llegar. “Cuando empecé esta temporada no pensé en los Juegos. Era algo lejano, que veía muy difícil, y cuando recibí hoy (por ayer) la carta es porque se supone que el seleccionador y la federación creen que lo puedo conseguir. Si ellos lo piensan, ¿por qué no va a poder ser posible?”, se atreve a soñar. Solo falta que, finalmente, las tres citas marcadas, e incluso los Juegos, se lleven a cabo. “A ver si se hacen, está todo un poco en el aire. A veces lo pienso e igual estoy soñando y no va a poder suceder nada al final. Yo voy a seguir trabajando igual y si se celebran, genial, y si no, va ser un golpe un poco duro, pero bueno...”, asume. Por lo pronto, confía en estar en Hungría en mayo, un escenario donde disputó su primer campeonato de Europa siendo júnior.