Neymar desató ayer una ola de indignación en Brasil después de promover una fiesta con centenares de invitados en plena pandemia de coronavirus. El jugador del París Saint Germain PSG recibió multitud de críticas después de que el periódico O Globo informara sobre el evento, que comenzó el viernes en una mansión en Mangaratiba, en Río de Janeiro, y continúo durante el día de ayer con la presencia de unos 500 invitados. De acuerdo con el rotativo, Neymar también contrató una banda de música para entretener a sus visitantes . Asimismo, para evitar molestar a los vecinos, construyó una discoteca subterránea con protección acústica en los aledaños de la mansión fluminense.

La prensa local reveló además que la única regla impuesta por el futbolista fue la total prohibición del uso de los teléfonos móviles. Los asistentes no pudieron grabar historias, vídeos o publicar imágenes en las redes sociales.

A lo largo de la jornada, varios medios brasileños se hicieron eco de la noticia y Neymar, conocido por sus fiestas y celebraciones, monopolizó los comentarios en redes sociales en medio de una ola de reproches debido al recrudecimiento de la pandemia de coronavirus en las últimas semanas en Brasil.

El gigante sudamericano es uno de los países más castigados por la emergencia sanitaria y, según los datos más recientes del Ministerio de Salud, Brasil acumula ya más de 190.000 muertos y unos 7,5 millones de infectados por el COVID-19.

La rápida escalada, tanto de los casos como de los decesos en las últimas semanas, ha llevado a que diversos estados y municipios brasileños hayan endurecido las medidas de distanciamiento social para este fin de año, como es el caso de Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos regiones más golpeadas por el patógeno en el país.