El Valladolid derrotó al Osasuna en un partido loco (3-2), plagado de errores defensivos, que permitió a los pucelanos coger aire respecto al descenso y comprometer la situación de los ‘rojillos’ en el estreno de la decimotercera jornada en la Liga Santander. El partido tuvo un sinfín de alternativas, sobre todo tras el gol de Weissman a los siete minutos. Los de Arrasate despertaron y Budimir y Roberto Torres le dieron el partido. Pero el Valladolid insistió y en el tramo final de la segunda parte dio la vuelta al choque con goles de Orellana y de Weissman.