El Frigoríficos del Morrazo-Construcciones Castro regresó ayer a la competición un mes después de su último partido oficial. Era el primer encuentro después del brote de Covid-19 que afectó a gran parte del equipo y eso se notó en una noche para olvidar en Pamplona. Los cangueses perdieron 38-24 ante el Helvetia Anaitasuna en un encuentro en el que la desventaja llegó hasta los 16 goles mediado el segundo periodo.

El partido no tuvo mucha historia porque el Anaitasuna de Quique Domínguez iba con varias marchas más que los gallegos, incapaces de encontrarle sentido al partido. La ventaja se disparó ante un Cangas que en los primeros quice minutos del segundo tiempo solo fue capaz de anotar un gol. Fue el momento de levantar el pie del acelerador y de dar el partido por liquidado.