El Real Madrid comenzó a preparar en su ciudad deportiva el decisivo duelo de la Liga de Campeones ante el Inter de Milán, pendiente del estado de Lucas Vázquez, que sufrió una sobrecarga muscular ante el Huesca y tiene en vilo a Zidane para cubrir una demarcación gafada como el lateral derecho.

El club también está pendiente de un resultado positivo no concluyente de un jugador en los test de coronavirus a los que se sometieron los integrantes del primer equipo blanco ayer por la mañana.

Después de golear al Huesca en LaLiga, el Real Madrid pone la mente en una final inesperada en Liga de Campeones, en su tercera jornada. Un solo punto de seis posibles dejan al equipo de Zidane último de grupo y con la obligación de ganar mañana al Inter de Milán si quiere mantener opciones de acabar la fase de grupos primero o avanzar de segundo a octavos.

Zidane mimó a sus titulares, con una sesión recuperación y algunos de los que iniciaron ante el Huesca soltando piernas con una suave carrera sobre el césped, y trabajó con más intensidad en la mañana del domingo con los suplentes.

La atención del técnico madridista se centra en Lucas Vázquez, sustituido ante el Huesca por una sobrecarga muscular y que espera las pruebas médicas para conocer si sufre lesión. El jugador sigue con molestias y hoy se hará una resonancia magnética. Es seria duda para jugar ante el Inter.

Zidane no recuperará a ninguno de sus lesionados. Dani Carvajal y Nacho Fernández ya trabajan sobre el césped junto al noruego Odegaard y Odriozola, pero fuera de un grupo que completó un entrenamiento que constó de ejercicios con balón y remates a puerta.