Lo dijo ayer: “Me siento como un niño, me divierto como un niño, esta Honda me hace disfrutar muchísimo pilotándola”. El japonés Takaaki Nakagami, de 28 años, se convirtió ayer, en este Mundial exprés alocado, en el chico de moda en el Gran Premio de Teruel de MotoGP. Nakagami, que detuvo el cronómetro en 1.46.882 minutos, mejor que el 1.47.076 del francés Fabio Quartararo (Yamaha) del pasado sábado en Motorland, se convirtió ayer, en el circuito aragonés, en el primer japonés que lidera una parrilla de MotoGP (13.00 horas, DAZN) desde que lo consiguiera Makoto Tamada en 2004.

Nakagami es, en las apuestas virtuales, teóricas, uno de los candidatos, junto a Joan Mir (Suzuki), Jack Miller (Ducati) y Álex Márquez (Honda), para convertirse en el noveno ganador de la temporada en 11 carreras, auténtico récord. “Es verdad que no solo necesito ganar, sino que necesito lograr mi primer podio. Mi mejor resultado sigue siendo la cuarta plaza del GP de Andalucía”, reconocía Nakagami, que tardó en darse cuenta de que había logrado la pole: “No lo supe hasta que vi correr a todo mi equipo hacia el corralito”.

Es evidente, sobre todo dado su extraordinario fin de semana, siempre entre los tres primeros, que Nakagami, que el próximo año formará equipo con el hermanísimo en el team satélite de Honda, el LCR de Lucio Checchinello, puede añadirse a la larga lista de ganadores de este año, liderada por Fabio Quartararo (dos victorias en Jerez), y completada por Andrea Dovizioso (Austria), Maverick Viñales (Emilia Romagna), Franco Morbidelli (San Marino), Brad Binder (Brno), Danilo Petrucci (Le Mans), Miguel Oliveira (Estiria) y Álex Rins (Aragón).

Asi pues, la primera fila será Nakagami-Morbidelli-Rins, la segunda Viñales-Zarco-Quartararo, la tercera Crutchlow-Oliveira-Pol Espargaró y la cuarta Álex Márquez-Lecuona-Mir. Mir, el chico en el que se centran todas las miradas, el chico de Mallorca que vive, como todos, en Andorra, el líder del Mundial, dice que no siente la presión: “No pienso correr como líder del Mundial, ni defender ese puesto, ni nada parecido. Salir el 12º no es un drama. Voy a por el podio y, cuando llegue a él, si puedo ganar, intentaré ganar. Repito: necesito ganar ¡ya!”.

El Diablo es otro que está siendo observado y, como Mir, no quiere hablar del título. Pero, como Mir, habla con la boca pequeña. Son los favoritos y solo quedan cuatro carreras. Quartararo piensa tanto en el título que hoy, en Motorland, firmaría una victoria ajena: “Llevo dos semanas sin tener buen ritmo o ritmo para ganar en este circuito, así que vería con buenos ojos que ganase Nakagami, sí”.