El Atlético Guardés ha ganado en Barakaldo en un partido de arreones. El 0-3 de inicio, sin ser una renta excesivamente amplia, se convirtió en un salvavidas para el equipo de José Ignacio Prades, al que se le atascaron los finales: tanto el del primer acto como los minutos decisivos del partido. La aguerrida defensa local llevó el marcador del 7-11 del minuto 22:33 al 9-11 que cerró la primera parte. Las de Rodríguez se pusieron incluso a uno (10-11), pero el equipo gallego se fue soltando de cara a portería y atajando balones para desesperación local hasta el 18-23. De nuevo, se nubló el Atlético Guardés y las zuazotarras pudieron maquillar el marcador hasta el 22-24 final.

El Guardés abrió brecha en los primeros minutos (0-3) y aunque las locales tiraban del carro por medio de Alba Sánchez o Ainhoa Hernández, fueron jugando a rebufo todo el partido. La renta de cuatro goles firmada por Daniela Moreno se antojaba cómoda. O eso parecía. La defensa local, muy activa y poniendo en aprietos a las de Prades obligaba al técnico visitante a parar el partido con el 7-11 (minuto 23:24) ya que la renta del electrónico no se traducía en comodidad sobre la pista. Maddi Aalla y Marisol Carratú se dejaban notar en portería y un Zuazo más acertado ajustaba hasta el 9-11 del descanso, con unos últimos minutos (desde el 22:30 más o menos) en los que se pudo ver a África Sempere participando en ataque y en defensa.

En el comienzo del segundo tiempo el Zuazo, incansable, se colocaba a uno (10-11). Descalzo se apuntó un 7 metros que no falló Paulina Buforn (10-12) y aunque Oihane Manrique mantenía de nuevo la desventaja mínima (11-12) de nuevo Buforn hacía la goma para el 11-13. En ese toma y daca, el Guardés empezó a leer mejor la defensa zuazotarra, muy abierta, y Arcos encontró espacio para colarse y anotar. Se recuperó un balón y Buforn a la contra recuperó el +4 casi en un abrir y cerrar de ojos. Incluso se sumó Sandra Santiago, muy contundente, para culminar un parcial de 0-4 (11-16) que rompió Alba Sánchez desde 7m (12-16). Gracias a estas rentas se mantuvo con vida el Guardés, porque el Zuazo, con Aalla muy acertada bajo palos, llegó al 15-17 que obligó a Prades a pedir su segundo tiempo muerto del partido.

El Guardés estaba obligado a espabilarse y buscar colarse entre líneas de la defensa abierta de las de Rodríguez. Pérez circuló desde el extremo (15-18). Alba Sánchez, la máxima anotadora local, atinaba de nuevo desde 7m (16-18). Lima dirigía con inteligencia y liberaba al extremo para que Buforn lanzase sin problema (16-19). Arcos (16-20), que además lograba la exclusión de Erauskin. Pérez, de vaselina, 16-21. Las guardesas se gustaban, disfrutaban y causaban el caos local. Quedaban menos de 15 minutos para el final del partido y parecía que la victoria ya estaba encarrilada.

Lo que el Guardés no sabía era que el Zuazo todavía no iba a bajar los brazos. Aún tuvo alguna intervención Míriam Sempere -relevó a Carratú-, pero el Zuazo se aprovechaba de un equipo visitante ofuscado y que de nuevo se desconectaba en los últimos minutos. Del 18-23 se pasó al 22-24 final. Un partido que deja, además del resultado, el regreso de la capitana: África Sempere.