Y se hizo la luz. La RFEF ha comunicado la distribución de equipos de Primera Nacional, la tercera categoría del fútbol español. Y será una masacre. Siguiendo criterios de proximidad geográfica, los conjuntos gallegos, nueve, han sido ubicados en el subgrupo 1-A, mientras que en el 1-B jugarán cántabros y asturianos, ocho formaciones pues el campeonato, al haber recibido tres ascensos y ningún descenso, ha pasado de 14 a 17 equipos.

Viajes Interrías (Portonovo), Victoria FC (Santiago), Deportivo Abanca B (A Coruña), CD Valladares, Victoria CF (A Coruña), Sárdoma CF, Umia CF, Atlético Arousana y UD Mos, este recién ascendido, competirán por los tres primeros puestos. Porque los otros seis irán, con los puntos acumulados, a la fase de permanencia y descenso, en la que de once equipos a doble vuelta (jugando contra rivales no coincidentes de la fase inicial) solo se salvarán seis.

En el otro grupo, cuatro cántabros -CD Monte y Racing B (Santander), CD Oceja (Santillana de Mar) y Castro FC (Castro Urdiales)- y otros tantos asturianos: Sporting B y Gijón FF (Gijón), Oviedo B (Oviedo) y UD Llanera (Posada de Llanera).

Por vez primera en su historia, la división de bronce será como una Liga Gallega pero gestionada por la Española, al menos en la primera fase. A la segunda etapa, por el ascenso, se clasificarán los tres primeros de cada uno de los dos grupos con el coeficiente de puntos obtenidos, al no jugar idéntico número de partidos ambos grupos.

El estamento federativo ha preferido evitar largos desplazamientos, al menos en la primera fase. "Se acortan riesgos con esta primera fase porque la movilidad es mucho más reducida y hay mayor seguridad para las jugadoras. Deportivamente va a ser una carnicería". Así se expresa Begoña Aldao, presidenta del Sárdoma CF, la entidad viguesa más antigua en categorías nacionales del fútbol femenino.

La dirigente sabe lo que se dice. La RFEF, parapetándose en eufemismos (1-A, 1-B), ha copiado al baloncesto, que ya en los años 80 se inventó la distribución de equipos de una misma división (Grupo Par-Grupo Impar o A-1 y B-1) para su primera fase, convirtiendo así la tradicional liga de todos contra todos a doble vuelta en un campeonato que te obliga a no cometer errores desde el primer momento. Porque apenas hay margen de maniobra.

Así, serán 16 jornadas en la liguilla gallega y 14 en la cántabro-asturiana, por lo que, con inicio previsto el 17 y 18 de octubre si no hay indicación contraria de las autoridades sanitarias, esta fase clasificatoria durará cuatro meses, hasta febrero.

"Va a ser una liga interesante", reconoce la presidenta, que no olvida que "si entras en una racha negativa, no levantas cabeza". De eso saben mucho las sardomistas, que en la 18/19 acabaron en posiciones de descenso -nunca peligró su plaza porque el fútbol femenino se iba a reestructurar-- y que en la Liga de la Pandemia entró desde fines de diciembre a marzo.

Con el Interrías como principal favorito (ha fichado en media España y foráneas) y el Deportivo Abanca B en el rol de filial aguafiestas capaz de meterse en la lucha por el ascenso o, como poco, de tumbar a quienes necesitan los puntos para meterse en el grupo bueno, las incógnitas son máximas. Como referencia, el año pasado Interrías fue segundo, Victoria FC tercero y Dépor B, quinto. Y para los más pesimistas, un dato demoledor: dos tercios de los equipos gallegos sufrirán a partir de marzo con la liguilla de permanencia, de 10 partidos.

El Sárdoma de David Ferreiro y el Valladares de Jacobo Lorenzo han iniciado un proceso de reconversión si acaso más pronunciado en este. Varias jugadoras han saltado de As Relfas al mosense As Baloutas mientras en A Gándara se ha fichado prácticamente en bloque a futbolistas del Balaídos CF.