La Xunta, a través de la Secretaría Xeral para el Deporte, y las Federaciones deportivas autonómicas se reunieron esta semanas para lo que han bautizado como "reactivar los grupos de trabajo para buscar un modelo común a la hora de retomar la actividad tras el parón por el coronavirus".

El secretario xeral para el Deporte, José Ramón Lete Lasa, mantuvo dos reuniones de manera presencial con las federaciones de deportes colectivos y las federaciones de deportes de contacto y ayer por la tarde lo hizo con la totalidad de los entes federativos.

El objetivo es estudiar la situación actual y comunicar los avances realizados por todo el tejido deportivo gallego en la lucha contra la Covid-19, explica la secretaría xeral en un comunicado.

Las partes se volvieron a citar dentro de quince días para comenzar a implementar nuevas medidas que permitan avanzar hacia la recuperación de la normalidad en la práctica deportiva gallega. Pero hasta ese momento la situación se mantendrá de la misma manera que hasta ahora, algo que no ha sentado demasiado bien a algunas federaciones que esperaban que se pudiera dar un paso adelante en su vuelta a los entrenamientos y a las competiciones.

Lete Lasa avanzó que la Xunta ha elaborado una propuesta de flexibilización de las normas en el ámbito deportivo que en el momento actual permite el deporte sin contacto para grupos de hasta 25 personas.

Esta propuesta cuenta, en su primera versión, con la aprobación de la Consellería de Sanidad, y va dirigida a facilitar el trabajo de los mejores deportistas, los de alto nivel clasificados para los Juegos de Tokio o en proceso de clasificación, y los que tienen mayores necesidades, caso de aquellos de especialidades deportivas adaptadas individuales con guías o personas de apoyo.

Además, esa propuesta de la Xunta incluye a los equipos que puedan sufrir perjuicios con el resto de clubes de sus competiciones estatales, una circunstancia que se está haciendo patente en la situación de los equipos de balonmano que están saliendo de Galicia para disputar sus amistosos. En la reunión las federaciones insistieron en el problema añadido que para ellos también es lidiar con los concellos, responsables de las instalaciones que utilizan sus deportistas, y que en la mayoría de los casos continúan cerrados por precaución o están a punto de publicar sus propios protocolos lo que encierra a los deportistas y clubes en un galimatías normativo.